A la Cima del Poder - Papa Emeritus IV FanFic - LIBRO 2

Capitulo 12 ''Neurastenia''

El sol nuevamente tocaba su ventana, Ann con desgano se removió entre las sabanas para analizar su entorno, Copia no se encontraba, suponía que estaría haciendo su trabajo. Como siempre, no tendría tiempo para ella, así lo sentía. Miraba el techo de la habitación sin saber cual seria su próximo movimiento, disocio durante al menos veinte minutos para finalmente decidirse por levantarse de la cama. Los anteriores días habría estado durmiendo mas de la cuenta, sin embargo, aun se sentía cansada y con una fatiga que la hacia mas irritable. Abrió las cortinas y se aturdió durante unos segundos por la luz que daba el sol; cada día pudo observar como el invierno acababa y no era menos, estaba tan sumida en su momento de melancolía que siquiera se había percatado del tiempo que habría pasado desde la muerte de la pareja allegada, estaría a principios de marzo por lo que pronto terminaría el invierno. Bostezo y observo levemente el ambiente sintiendo como el clima no era tan frio como otros días, pensó en salir, pues hace tiempo no salia siquiera de su habitación.

Tomo un baño tranquilo y juraba que durante unos minutos incluso se había dormido del cansancio que sentía. Cambio sus ropas y entre medias cepillo su cabello para atarlo en algo simple. Finalmente, salio de la habitación y traspaso el castillo para llegar a la cocina, Mountain se encontraba allí apenas iniciando lo que sería el desayuno de ese día. Él se sorprendió de su presencia y sonrió pensando que quizá ahora tenia mas ánimos y estaba mejorando, aunque en realidad era lo contrario. Ann le dio un saludo por respeto y el lo repitió. Ella entro a la alacena con una canasta y sacaba varias cosas para comer, pues pensaba en estar fuera todo el día; quería sentir la tranquila soledad que le daba la naturaleza como lo hacía apenas el año pasado antes de llegar al clero. Con todo lo que necesitaba salio del lugar informando antes a Mountain que estaría en el lago todo el día. Poco antes de cruzar la puerta recordó algo.

- Y dile a Swiss que no me siga, se que ha estado pendiente de mi en estos días.

Y eso que si era cierto, recordaba haber escuchado a Copia hablar con Swiss sobre ella y mantenerla vigilada. Le parecía molesto que desconfiaran de ella al principio pero después de reflexionarlo había comprendido la preocupación, no podría culparlo.

Ann dejó el castillo con su canasta llena de provisiones y se dirigió hacia el lago. El camino estaba rodeado de árboles que comenzaban a brotar hojas nuevas, y el aire fresco de la primavera llenaba sus pulmones. A medida que se acercaba al lago, el sonido del agua murmurante se hizo cada vez más fuerte.

Llegó a la orilla del lago y encontró un lugar en el suelo cubierto de hierba. Se recostó y miró al cielo azul, donde las nubes se movían perezosamente. El sol acariciaba su rostro con suavidad, y Ann cerró los ojos, permitiéndose relajarse por primera vez en mucho tiempo.

El lago estaba tranquilo, reflejando el cielo y los árboles en su superficie serena. Los patos nadaban despreocupadamente, y el sonido de los pájaros llenaba el aire. La paz y la soledad del lugar la envolvieron, y Ann se sintió momentáneamente libre de las cadenas de su melancolía.

Pasaron las horas, y Ann se mantuvo allí, observando el cielo y dejando que sus pensamientos fluyeran libremente. No había necesidad de hablar o interactuar con nadie. Estaba sola consigo misma, y eso era exactamente lo que necesitaba en ese momento. Cerro los ojos por un momento y a los pocos minutos sintió dos pesos en su pecho, al abrir los ojos sonrió. Era su rata mascota y la de Copia, hace un tiempo que no las veía, tanto que había supuesto que escaparon juntas. Las acaricio suavemente, llevaba meses sin verlas sin embargo estaban en optimas condiciones. Después de un tiempo de cariños las dos ratas se fueron por si solas, no las detendría pues las dejaría hacer su vida y vivir su ciclo. Nuevamente en su soledad decidió caminar por los alrededores conectando mas con la naturaleza.