TOG: LA REINA DE JAHAD

CAPÍTULO IV. DESTINO ALTERADO. UNA REINA ES CORONADA. CORAZÓN RESENTIDO.

La noticia de las futuras nupcias del rey de la torre se guardaron con celo dentro del palacio, Jahad mismo se había asegurado de ello, si la noticia salía a la luz antes de lo que quería y para lo que tenía planeado, todo podría irse abajo y con eso, podría esperar el ataque más poderoso de sus enemigos, pero nada de eso sucedió, el secreto permaneció dónde debía el tiempo que requería.

—¿Por qué es tan importantes todo esto? —se quejó Bam mientras se movía sobre la cama, había una exagerada cantidad de muestras de telas blancas de dónde debía elegir una para que confeccionaran el vestido que usaría el día de la boda—. Todas las telas son hermosas, la que sea está bien.

Jahad se atrevió a ignorar su trabajo y se acercó a Bam hasta sentarse a su lado. —Porque serás la reina, y mi reina no usará cualquier cosa en ese único día, deberá ser recordado por milenios o por la eternidad.

—No soy inmortal como tú, mi rey.

Jahad se sintió extasiado al escucharla llamarlo de esa manera, quién podría decir que un día, la hija amada de sus enemigos lo llamaría como su rey después de incluso haberlo insultado e intentado pelear con él en su estado como regular.

—Pero serás mi esposa, entonces yo pagaré el precio de tu vida y será tan larga como la mía.

Bam pareció creerle de inmediato y bajó la cabeza con reverencia, Jahad realmente sentía ese momento como un sueño irreal, pero inmediatamente, se dio cuenta que era posible para él, porque él era el rey.

—Quiero que hagas algo por mí. ¿Lo harás? —Bam asintió de inmediato—. Quiero que grabes una invitación, tengo un par de amigos muy especiales a quienes quiero invitar, pero definitivamente se sentirán más honrados si la futura reina los invita personalmente.

—¿No sería entonces más cortés ir a visitarlos?

—Recuerda que tú solo saldrás del palacio una vez que seas mi esposa, no antes, porque estarás en peligro.

—Lo entiendo, pero yo no sé de estás cosas, solo he hablado contigo, mi rey, así que no estoy segura de poder hacer una invitación correcta al protocolo.

—No te preocupes, yo te diré que decir.

Bam sonrió con total sinceridad y pureza, Jahad casi quería reír a carcajadas por eso, ella estaba cegada en la confianza que le tenía.

Pobre... Su destino ya estaba escrito.

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Fueron meses de un arduo trabajo para terminar los preparativos, ademas de ser realmente fastidioso para cada uno de los futuros esposos. No era exactamente algo agradable estar siendo atosigados y siendo llevados de arriba para abajo por todos los sirvientes, sastres y diseñadores pidiendo su aprobación para cada detalle presente.

Para Jahad todo este proceso fue aún más agotador que el hecho de estar vigilando cada uno de los movimientos tanto dentro como fuera del palacio, un escándalo era lo que menos necesitaba en este momento. Debido a sus inquietudes y por precaución le había estado advirtiendo más veces de lo normal a Bam de que no se alejara demasiado de su lado, él sospechaba que V y Arlene atacarían ese día. Aunque no habían divulgado la fecha, sabía que ellos podrían averiguar de algún modo u otro, y si bien ellos no eran rivales, sí eran lo suficientemente molestos para crear una gran revuelta y traumar a Bam.

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El día de la boda llegó, el sitio elegido era una de las islas flotantes más exclusivas en posesión de Jahad, nadie siquiera pensaba la idea de ingresar al lugar sin tener autorización ya que, después del palacio real, esa isla, era la fortaleza más segura que hubiera podido existir en la Torre, siendo fácil de defender y difícil de atacar.