BESOS Y COPAS

JOYA

Al terminar de leer las doce páginas que recibió de manos de Jakson, su mente estaba revuelta, su corazón hecho pedazos y su cuerpo temblaba por hacer justicia.

Lanzó los papeles y se dejó caer en su cama.

La vida siempre le sonrió desde qué nació, sus padres podían vivir placenteramente en una casa junto a la playa. Siempre tuvo a los chicos que le dio la gana. Amó, rompió corazónes y se forjó un carácter de odiarse.

No conocia otra manera de proceder, pero estaba decidido, mantendría a salvo a ese rubio, qué era inocente aun, aunque viviera donde vivía y aunque tratara de ser rudo. No conocia la maldad de la gente todavía.

Durmió todo el día, por la noche se puso en pie. La vida nocturna estaba siendo parte de su vida. Debía ir a ver a ese hermoso rubio. Y estaba decidido a cambiar su actitud. El sentirse el amo del mundo no estaba funcionando.

Y lo hizo, llegó apenas unos minutos después de la apertura de ese lugar.

-Ya vuelto - Eun preguntó al magnífico joven de ojos grandes.

-Y siempre volveré - respondió. - ¿haría algo por mi?

-No le hablaré bien de ti cariño, siempre estaré de lado de mi hijo aunque este equivocado - ella dijo determinante.

-Lo se - Jungkook rió un poco - No es eso. Si le solicito mirar la joya de Jimin ¿Me la mostraría?

-Si claro - ella respondió mirando a todos lados - ¿Donde esta el?. Lisa no has visto a Jimin.

-Ya qué lo dices no lo he visto desde que llegó de la universidad. - Lisa respondió. - Preguntaré a las demás.

Lisa volvió, nadie lo había visto en horas.

-Ve y buscalo, iré a mi habitación por algo. - Eun ordenó.

Lisa lo hizo y fue a buscarlo adentro de la casa, fue primero a la habitación del muchacho, no vio a nadie. Fue habitación por habitación. Saliendo de su recamara encontró a Eun.

-El no está en ninguna parte, qué haremos - lisa dijo con desesperación.

-Callate, calma - Eun dijo serena pero con un nudo en la garganta de la preocupación - Esperemos un momento y sigue buscando. Si no aparece usemos a Jeon.

-Si - lisa dijo y volvió a buscar otra vez.

Eun llegó hasta Jungkook.

-Aquí la tienes - mostró la joya - nadie más sabe de su existencia, solo nostras cinco y ahora tu.

Jungkook la levantó para mirarla.

-Ya encontraron al niño - Ross preguntó a Eun.

-Como qué no lo encuentran - Jungkook preguntó también sin dejar de observar a detalle el objeto en su mano.

-¿De quien es eso? - Jimin llegó mostrando con su índice la joya que Jungkook sostenía.

-¡Hijo! - casi gritó Ross - Que pasa contigo.

Enormes ojeras, cabellos despeinado, la misma ropa con la que fue a la universidad, la cara pintada de rojo por la alta temperatura. Ojos abiertos a duras penas y un cuerpo tembloroso con un vaso de agua en la mano fue lo que vieron los presentes.

-Madre, creo que no me siento muy b...

El vaso cayó, la mano de Jungkook viajó a su bolsillo para guardar la preciada joya de Eun y corrió a sostener al joven que se desvaneció ante sus ojos.

Salió con el en brazos... Ross y lisa fueron traz el.

-Max, - Jungkook dijo al hombre que fungía como su chófer. - Vamos al hospital de los Kim.