ELLA Y EL

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Hanna despertó en un lugar no muy desconocido, era el mismo sofá de la noche anterior, pero esta vez pudo ver en las mismas condiciones a su querido Yoongi.

-Es tan agradable despertarme a tu lado  - dice suavemente, como si tratara de no perturbar la quietud de la tarde noche.

Se acurruca junto  a el y sus grandes y suaves pechos se aprietan contra su  brazo. Su larga y cálida pierna se desliza suavemente sobre la de el.

Min  siente su mano en su muslo, moviéndose lentamente hasta su ingle, arrugando su grueso vello púbico, acariciando suavemente sus  atributos.

La pálida mano también empieza a explorar, empezando por su pelo, cruzando sus hombros ya desnudos, bajando por su espalda cálida, acariciando las suaves y redondas nalgas de su trasero, haciéndole cosquillas a lo largo del valle entre sus nalgas en la manera que le gusta.

Abre sus piernas más ampliamente para que su mano exploradora la alcance..

Un momento después se envolven el uno al otro besándose, acariciándose, retozando, explorando tan frenéticamente como un par de adolescentes, pasando sus manos por cada centímetro del cuerpo desnudo del otro. El besa por el frente desnudo desde sus pezones, a través de su ombligo hasta rizar su cuerpo, Mientras lo lleva al borde de la explosión en su boca, esa pálida  mano disfruta de sus piernas, su trasero y su intimidad hambrienta.

Ella se desliza sobre su espalda, sus piernas se abren y se doblan para que sus rodillas queden cerca de sus hombros. La acción tira de su piel anillada de amor abierta de par en par para que sus labios rosados se asomen. Su mano se desliza entre sus piernas y sus dedos pasan a través de su arbusto hasta dentro de su abertura. La mira y me lleva su mano a acariciar lo que ve.

-¡Disfrútame! - ella dice suavemente.

El sabe lo que le gusta a su mujer y estará feliz de complacerla. Le  encantará llevarla al orgasmo, verla retorcerse por el placer del sexo y escuchar sus gemidos finales, el sonido más erótico que esta por conocer.

La no muy tímida  mano del enervante chico, comienza en sus muslos, lentamente se dirige a su camino de amor, acariciando suave y rítmicamente su interior, sus ingles, ese punto empapado, que es tan sensible. Moviéndose hacia los labios de su vagina mientras su excitación aumenta, notando sus labios hincharse con la excitación,

Disfrutando de sus pequeños gemidos, viendo sus pechos tambalearse con el ritmo de su mano. Mientras la hace gozar, se inclina sobre ella para besarle los pechos y lamerle los pezones.

- ¡Ah! - ella jadea ella de repente. Su cuerpo se tensa, su cabeza cae sobre la almohada mientras su espalda se arquea para empujar involuntariamente sus caderas. Sus piernas patean espasmódicamente y sus pechos rebotan con los pulsos de su orgasmo. Ella da ese grito tan erótico de orgasmo, en parte como gruñido, en parte sollozo, en parte chillido. Min Sostiene su  mano sobre su montículo peludo, y un dedo que descansa en su hendidura mientras ella se echa para atrás, con los ojos cerrados y jadeando.

- ¿Estuvo bien? - Min pregunta sin dehae de acariciar.

- ¡Ohhhh! - ella Suspira, sus ojos se abren y su cara arde en lujuria. Sus manos se acercan no dejan de tocarlo - ¡Entra en mí! - gime.

Ella gime con excitación y el se  coloca entre la V de sus muslos extendidos.

El siente  el pelo íntimo  contra su masculinidad, y luego la suave presión de sus labios vaginales. Se separan para el y en ese siempre delicioso momento su ereccion se desliza en toda su longitud hasta que su propio vello púbico se entrelaza con el suyo. El se  inclina sobre ella para que su vientre esté contra el suyo y la besa en los labios, disfrutando de la cálida tensión de su vagina alrededor de su pene. Una última sensación de sus muslos y luego empieza a empujar.

BESOS Y COPAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora