°•Amor a nuestra ciencia•° (Parte 2)(Hiro Hamada x Oc)

Cap. 14

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Canción con referentes derechos de autor. ©️

Cuando gire en esa esquina, sabía que ya no los volvería a ver. Talvez por un tiempo, talvez nunca más.

Escuché unos paso tras de mi, intenté no darles importancia pero no pude evitar bajar más mi capucha hacia mi rostro.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Una golpe de adrenalina que recorrió debido al susto.
Observé mi brazo, alguien me impedía seguro caminando.
Voltee con algo de miedo. Pensaba en cualquier cosa que incluyera a la gente que quisiera matarme.
Mis ojos se cruzaron con los ojos oscuros de el pelinegro.
Su cabello desordenado se movía con el poco viento que corría entre las calles.
Sentía sus manos tomando mi muñeca con fuerza, como si soltarme me hiciera desaparecer con el mínimo soplido.
Finalmente lo encare completamente.

Mirarlo a esas perlas oscuras se me dificultaba. Era como si no lo mereciera.

—Hola— Balbuceé

—¿Hola?

Sonreí levemente, sabía lo que se venía. Necesitaba sacar ese enojo.

—¿Te veo después de creerte muerta y dices solo "Hola"?

—Oye, eso no es mi culpa.

—¿A no?—Me miró con su ceño fruncido— ¿Porqué no fuiste a vernos después de la explosión?

Me quedé quieta, no sabía qué responderle. Después de pensar si parecía mi culpa. Ya me estaba hartando, parecía que todo terminaba pero en realidades continuaba.
Solo lo mire y respiré profundamente.

—Espera— me soltó bajando sus hombros— Vas a desaparecer de nuestras vidas.

Su mirada podía ser neutra, pero yo juraba que me miraba con nada más que lastima.

—Es eso ¿Cierto?

No respondí.

—Vas a esperar que todos te olviden como si nunca hubieras llegado— Continuó— Despedirte— soltó una risita algo doliente— Eso no va con Namari Nagano, claro que no.

Quería decirle que parará, que no me conocía realmente. Sin embargo, recordé aquel día en el que lo eche de mi habitación con nada más que enojo. En ese momento no sentía que lo mereciera, pero ahora, talvez solo necesitaba eso.

Quería que todo terminara ¿no es así?
Talvez solo necesitaba comenzar a escuchar más.

Apreté mis labios antes mis pensamiento.
Levanté la mirada.

—Tienes razón— Acepte.

El me observaba con sorpresa.

—Eso no va conmigo... talvez lo tendré en cuenta, pero no será hasta que me sienta lista.

—¿Y eso cuando será?

Veía su pecho subir y bajar lentamente. Realmente quería respuestas, y yo quería dárselas...

—Cuando deje de ser una cobarde— Cerré los ojos levemente— Hiro, estoy confundida. ¿Ok? No tengo la más mínima idea de lo que quiero en realidad— Hice una pausa— No espero que me entiendas, no espero que me apoyes— Mi voz comenzaba quebrarse sin notarlo— Solo espero que algún día, llegues a perdonarme, o a odiarme.

Solos nos miramos por varios segundos. No sabía cómo continuar.
Estaba lista para voltear y continuar caminando hacia la casa de mi abuela.

Está vez, en lugar de sentís su palma completa sobre mi muñeca, sentí uno de sus dedos sujetar mi dedo menique con tan solo entrelazarse.