Cap. 15

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Emily apoyo aquella hoja llena de arrugas sobre su pecho.

—Gracias— Dijo con un hilo de voz.

Las lágrimas de Ari amenazaban con conocer la luz del día.
Sonrió levemente a la mujer.

—No tienes idea de lo que significa para mí— Prosiguió.

Alivio. Esa era la palabra que describía lo que sentían ambas.
Emily al fin podia decir que tenía el perdón y el amor de su hijo, ahora sabía que su Francis se había ido despidiendose de su familia.
Y Ari, sentía que un camión había desaparecido de sus espaldas.
Jamás se había sentido tan liviana en su vida. Sentía como el aire llenaba a sus pulmones, podía respirar, podía permitírselo.

La sonrisa pequeña de Ari se desvaneció lentamente. Mordía el interior de su labio inferior intentando que sus pensamientos no hicieran que rompiera en llanto.

Luego de unos minutos, Ari salió de la casa, y cuando la puerta se cerró tras de ella, solo pudo dar un paso a la izquierda, apoyarse contra la pared, y comenzar a llorar mientras cubría su boca.
Era como si apenas realizará todo. Francis ya no estaba ni volvería con su familia, ella tampoco vería a su madre de nuevo, no importa cuanto cambiaran las cosas, algunas de esas cosas ni siquiera podían realizarse.

Quería decirle a verdad a su madre, quería hacerlo, había perdido su oportunidad. Ella siempre despertaba con mentiras y manteniendo el pensamiento de "está bien, puedo contarle dentro de un tiempo".
Su cabeza daba por hecho que si la buscaba, ahí iba a estar. Pero ahora sentía que un balde de agua helada le caía encima, ya no volvería, no importará cuánto cambiara ella o los demás...

Cuando pudo separar sus manos de su rostro, se levantó y acomodo su mochila en sus hombros.
Comenzó a caminar por aquella localidad, guiada por su celular hasta la siguiente estación de autobús para comprar otro boleto a la ciudad de sus abuelos paternos.

Cada que podía, observaba la zona, era un tranquilo y silencioso para su gusto. Quedarse sola con sus pensamientos no era lo mejor que podría querer hacer.

Observo un edificio pequeño de color rojo y techo en forma triangular, leyó los carteles que estaban pegados en la entrada ella de cristal.
Se detuvo frente al cartel en cerca de la acera y lo leyó.

Biblioteca pública
"los árboles"

Observo la propiedad nuevamente. Se aseguró de que sus lágrimas secas en sus mejillas no la molestaran y froto su rostro antes de acercarse a la puerta.
Coloco su mano en el pomo de metal y entro.
El silencio de su interior era uno muy diferente al silencio que había al aire libre.
Lo único que escuchabas era tu respiración, a pesar de estar rodeada de personas leyendo libros o haciendo investigaciones, todo era una sala vacía.

Observo a los muchachos usando las computadoras para trabajos escolares, luego, su vista se posó en los niños que usaban las computadoras para jugar videojuegos, y finalmente los que veían videos en internet.
Camino por ese largo corredor de mesas hasta que llegó a una solitaria en una esquina.

Encendió la computadora, a pesar de verse bastante moderna, demoro varios minutos en iniciarse, y tardaba aún más al cargar algo.

A pesar de que fuera molesta, Ari lo agradecía, le daba tiempo de pensar en lo que quería hacer, y arrepentirse su quería.
Comenzaba a recordar a su madre y a sus listas de Pros y contras. Sin darse cuenta, sus hábitos se reflejaban en ella.

Cuando la computadora termino de cargar, Ari se dió cuenta de que no se había hecho para atrás, se dió cuenta de que ni siquiera había pensado en querer salir corriendo.
Se sentía algo orgullosa... no estaba siendo una cobarde.

°•Amor a nuestra ciencia•° (Parte 2)(Hiro Hamada x Oc) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora