°•Amor a nuestra ciencia•° (Parte 2)(Hiro Hamada x Oc)

Cap. 17

Observé aquella puerta enorme hecha de piedra y rejas de metal.
Me daban escalofríos pensar en la soledad y tristeza que abundaba en ese lugar.
Al atravesar aquellas puertas de metal oxidado, el aire cambio.
Sentí una pesadez, la realidad me había capturado.
Estaba caminando a la tumba de Tadashi...

Aunque con espacios abiertos y verde cesped, ese lugar no dejaba de proyectarme cierto aire de abandono.

Apreté más las correas de mi mochila hasta que mis nudillos quedaron blancos.
Suspiré y continúe avanzando.

A pesar de que la única vez que había estado en el cementerio había sido cuando enterramos a mi hermano, recordaba exactamente dónde se encontraba, y es que nunca lo iba a olvidar.

No llevaba flores, no llevaba nada que ofrecer, no quería sentir que estaba diciendo adiós al dejarle algo, quería hablar con el como lo había cuando el vivía, obviamente no podía ser así, pero así queria sentirlo...

Llegué a su tumba y observé con algo de melancolía aquella lápida de color gris y poco gastada.

Suspiré y me quite mi mochila, no sabía cómo iniciar. Comencé por sentarme junto a su tumba y observarlo por varios minutos.
No me sentía bien... Pero quería hacerlo.

—Hola hermano— Pude gesticular finalmente.

Una parte tonta pero esperanzada de mi esperaba una respuesta por parte de mi propia mente.

—Lamento no haber venido a verte antes... Los chicos y yo estábamos ocupados, ya sabes, con la universidad y los villanos que no dejan de aparecer...

Un recuerdo me hizo pensar en cuando veíamos a Ari como una villana más en las calles.

—... Bueno, en realidad creo que tenía miedo de venir... Entender las cosas con realismo duele, y creo que no quería sentir eso dolor otravez...—suspire— Pero, me di cuenta de que es necesario.

Intentaba imaginarlo frente a mi, sentado a mi lado con una sonrisa que solo él era capaz de manipular.
Recordaba las veces que él había estado así conmigo...
Cuando él me enseñó a armar mi primera figura de acción luego de que está se rompiera, él se había quedado a mi lado, intentando explicarme con la mayor paciencia el cómo hacerlo sin romper más el muñeco.
Sin darme cuenta, en ese momento nació mi interés por la robótica, el volver a armar y desarmar prototipos con algoritmos específicos complejos se había vuelto mi lucha de vida.

—Sabes... Hasta hace poco seguía comparando tu pasado con mi futuro... Creo que estarás feliz de saber que ya no lo hago más.— sonreí con melancolía— Y es que llegó alguien y me hizo terminar de comprender que tengo que avanzar, y puedo hacerlo sin olvidar. Aunque
— Reí ante la ironía— Ahora tengo que olvidar a esa persona.

Me quedé en silencio una segundos, mientras sentía en viento mover mi cabello.

—Supongo que te gustará saber que tía Cass está saliendo con alguien, o no, no lo sé. Creo que siempre fuiste muy reservado en cuanto a lo emocional. Nunca note si alguien te llegó a gustar, o simplemente tenías ojos para tus estudios... Hasta llegué a preguntarme qué hubieras hecho tu si estuvieras en mi lugar... Cómo si yo supiera que alguna vez te habías enamorado.

Volví a mirar al suelo, comencé a jugar con las pequeñas hebras de césped que estaban frente a mi.

—Estoy algo confundido... Muchas cosas pasaron, y ya no se qué pensar con certeza... Y como si pudieras hacerlo, vengo a pedir tu consejo.

Respiré profundamente.

Con el rabillo del ojo logré captar un movimiento pequeño que llamo mi atención.
No estaba seguro de que había sido, pero me desconcentro no haber encontrado nada.