Intentaba no dejar que mis sentimientos me controlarán... Estaba poniéndome emocional y no era lo que quería en este momento...
—Ay Nami...—Mi abuela Lana me observaba como si de un ángel se tratara.
—Igual a tu madre— Sonrió tiernamente mi Oba.
Yo sonreí ante sus comentarios, sin embargo estaba luchando por no ceder ante un ataque de ansiedad.
—Ahora— Mi oba se acercó con su caminata similar a pequeños saltitos— Dejame ajustar esto—Dijo uniendo aún más la tela que rodeaba la cintura— Estás delgada.
Comenzó a colocar agujas de referencia.
Ari coloco una mano en su estómago, internado que su respiración no dejará de ser regular.
Ahí estaba, frente a aquel espejo de cuerpo completo usando el mismo vestido blanco con el que mi madre se había casado.
Las mangas largas de gaza y la falda de tul se encargaban de darle un toque inocente a aquel ajustado torso que realzaba mi figura.—Nena ¿Estás bien? — Pregunto mi abuela Lana— Te vez pálida.
Sonrió levemente y asintió.
—Estoy bien.
—Siempre estás bien— Regaño mi oba.
Yo mordí levemente mis labios, sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas y mi vista se tornaba borrosa.
Negué con la cabeza intentando, sin éxito, no comenzar a llorar.Deje que mis lágrimas calleras y dibujaran un hilo salado por toda mi mejilla hasta llegar a mi barbilla.
—Mamá debería estar aquí también...—Dije con un hilo de voz.
Mordí más mis labios intentando que no más palabras salieran de mi boca.
Odiaba a mi cabeza en ese momento, y es que cuando se está triste, es inevitable dejar de pensar y pensar hasta que logres desahogarte de cualquier cosa de tu vida.
Mi mente me lastima a más con recuerdos que esperaban ser formados en mi cabeza junto a ella.
Recordaba cuando, de pequeña, ella solia contarme como podría planear mi boda, como me cedería su vestido blanco con una sonrisa y me llevaría al altar junto a mi padre...
Claro que fue antes de saber el diagnóstico de mi padre...
Recordaba cómo yo ya había planeado como contarle que sería abuela cuando el momento llegará. Sonreía inconscientemente imaginando cada una de sus reacciones posibles.
Y anhelaba el suceso en el que ella me ayudara cuando sus nietos nacieran, con sus palabras de aliento y amor en sus ojos llenos de lágrimas.Dolía... Y es que lo había imaginado y esperado tanto que parecía ser un recuerdo y no parte de mi imaginación.
Yo asumí que estaría siempre que la necesitará... La vida me había mostrado de una manera muy cruel que no era así...
Y mientras más lo pensaba... Me daba cuenta de que no le había dicho "te amo" antes de que muriera...La culpa me carcomía desde ese día...
Mi abuela Lana se acercó a acariciar mi hombro con mirada piadosa.
Yo solo pude ceder ante el sentimiento y comenzar a llorar.
Pensaba en las veces que me había resultado tan fácil pelear con ella... Me arrepentía de cada una de ellas.
Me arrepentía de pensar, cuando estaba enojada, que algún día le diría todos sus problemas y sus defectos, sin embargo ahora que lo pensaba solo podía odiarme por haber pensado así en algún momento.No sé cuánto tiempo estuve llorando, pero se que desahogue todos mis pensamientos.
La pena por la muerte de mi padre, los errores que había cometido en mi vida, etc...Cuando quise darme cuenta ya estaba en nuestra casa, tumbada en la silla de mimbre que estaba en el jardín del balcón tracero.
Observaba los árboles del bosque que recorría las hectáreas.
Sostenía una taza caliente de café con leche en mis manos y disfrutaba el calor entre mis palmas y yemas.
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°•Amor a nuestra ciencia•° (Parte 2)(Hiro Hamada x Oc)
FanficTras la perdida de su familia y la de sus amigos, Ari se embarca de regreso a la ciudad de San Fransokio para poder ponerle fin a la mayor amenaza de su vida. Necesitaba vivir una vida normal pero... ¿Era eso lo que quería? Lo que más quería ahora e...