CHAPTER 19: The Beginning of the Problem

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Era lunes, el cumpleaños de Theodore comenzó con las felicitaciones de su tía Narcissa y Draco, cuando bajo al comedor su tío Lucios también lo felicito para sorpresa de él ya que pensaba que todavía estaba molesto por la anterior discusión. Después de desayunar Narcissa y Lucios le dieron un regalo, que no quiso abrir así que solo lo llevo a su habitación. 

Luego se pasó toda la mañana en el jardín junto con Draco quien cuando Theodore estaba viendo unas rosas blancas con algo de nervios le dio una caja pequeña con un listón de color verde. 

—No era necesario Draco— dijo Theodore tomando el obsequio para luego guardarlo en una bolsa de su pantalón. 

—¡Era muy necesario Theo! hoy es tu cumpleaños después de todo— menciono Draco avergonzado agachando la cabeza. 

Theodore formo una media sonrisa y extendió su brazo para sacudir el rubio casi blanco, cabello de Draco —Lo agradezco

Ambos siguieron caminando por todo el jardín, mirando las distintas flores que había, las diferentes formas que tenían algunos arbustos y los pavos reales que se encontraban por el camino. Algunas veces hablaban y estableaban conversaciones y algunas otras se quedaban en silencio admirando la vista. Eso duro hasta que dieron las 12 de la tarde y ambos entraron a la mansión. 


Pasaron las 5 de la tarde. Lucios, Narcissa y Draco abandonaron la mansión, quedándose solamente Theodore en ella. 

Mientras sus tíos estaban en aquella cena Theodore se puso a recorrer toda la mansión en busca de algo que le pudiera decir como acabar con la "maldición", ya que no estaba seguro si lo que le había dicho la señora Pomfrey fuera cierto así que quería encontrar otra solución, busco en casi todos los libros que había en la mansión, también en la biblioteca, pero no pudo encontrar nada, era como si esa maldición nunca hubiera existido en primer lugar. 

Estaba en la biblioteca cuando le comenzó a doler el estomago por no haber comido en sus horas así que no teniendo de otra (porque sabia que su tía lo iba a regañar si no comía ) dejo de lado su búsqueda y se dirigió al comedor donde ya lo esperaban grandes porciones de comidas como si hubiera más personas en la mansión.

—Dobby— le hablo al elfo domestico quien acababa de dejar una bandeja de pastelillos en la mesa mientras él se sentaba en una de las sillas. 

Dobby era un elfo doméstico, mucho más bajo en estatura que los humanos, con solo 1.06m. Tenía grandes ojos verdes parecidos a una pelota de tenis, una nariz similar a un lápiz y larga, las orejas puntiagudas en forma como de murciélago. Vestía una sabana de alguna almohada vieja y sucia.

—S-sí, amo Theodore— contesto el elfo domestico con nervios agarrando la bandeja vacía.

—¿Por qué hay mucha comida? Solo estoy yo. 

—La a-ama Narcissa pidió que c-comiera bien porque es su cumpleaños— dijo con nervios el elfo mientras miraba el piso. 

—Eso... bien— dio un suspiro mientras agarraba un pastelito y se lo daba al elfo quien se quedó sorprendido. 

—Vamos tómalo, no tienes que preocuparte no están mis tíos— le quito la bandeja que tenía en las manos y comenzó a poner distintos pastelitos y postres en ella —Ten... compártelos con los demás— el elfo de inmediato comenzó a disculparse y golpearse con una de las sillas mientras se decía "Elfo malo" así mismo Theodore se había quedado completamente aturdido por lo que veía porque ni sabia que decir o como detenerlo hasta que dio un suspiro y dijo: 

—O-oye detente...no hiciste nada malo— se levantó de la silla y fue hasta el elfo para detenerlo —Solo ten... es amm, una orden... ten y compártelos con los otros... te l-lo ordeno— y con eso el elfo se fue del comedor disculpándose con Theodore quien se quedó solo, comiendo. 

꧁𝑻𝒉𝒆 𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒔 𝑶𝒇 𝑻𝒉𝒆 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌𝒔꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora