Parte 13

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Presiento que esta semana va a ser inolvidable. Aunque haya empezado a primera hora del lunes, me siento bien. Con una sonrisa bajo del coche y me dirijo hacia el gimnasio por suerte ya estaba abierto y no me toca hacer malabares con el café y la bolsa de deporte para encontrar las llaves.

-Buenos días, Dani - me saluda Bob. Aunque por su tono no son muy buenos para él.

-¡Buenos días, Bob! - le digo alegremente -¿A llegado alguien más?

-Johan, Poché y... - pero antes que siguiese, resonó una risa por todo el local.

-Bigball - terminé por él riéndome.

Esa risa sólo podría pertenecerle a él. Siempre que estaba era raro no oír sus carcajadas por todo el local y la verdad se agradecía. Porque los demás suelen estar en modo gruñón durante sus ejercicios. Bigball es el hombre que me saca cuatro cuerpos a lo ancho. Aunque para su cuerpo se mueve con gran facilidad, sorprendentemente.

-Y hoy está de un humor demasiado feliz - gruño el hombre canoso.

-No es el único - le dije mientras me dirigía a mi despacho.

En la gran sala del gimnasio sólo estaban Johan y Bigball, supongo que Poché se estaría cambiando.

-¡Buenos días!- les saludé.

-Hola, jefa - me saludo Johan con una mirada rara.

-¿Que bien lo tenías escondido, eh? - me dijo el grandote riéndose por lo bajo.

-¿Perdón?- me quedé despistada con su comentario.

-Ya no hace falta que lo escondáis más...picarona - dijo. Sin duda esto era extraño.

-Poché te está esperando en el despacho - interrumpió el otro - y no está de un humor muy...sociable, que se diga...

-Pues yo si - le dije - y no me va a joder el día - dije mientras volví aponerme en marcha.

Poché estaba sentada en una de las sillas de la mesa, dando la espalda a la puerta. Parecía imposible que la silla aguantase su musculoso cuerpo. Sólo con verle la espalda, mi corazón ya se trastornaba. Pero iba a ser fuerte.

-Poché - dije entrando. Ella se levantó de un salto y se giró para quedar cara acara. ¡Dios! Da igual que le viese todos los días, conseguía dejarme sin aliento siempre. - ¿Me buscabas?

-Mira - dijo señalando la revista que estaba encima de mi mesa con el ceño fruncido.

Pasé por su lado, dejé caer la bolsa de deporte y me senté en mi silla del escritorio. Y no pude creer lo que vi. Una foto nuestra en primera plana. No me sorprende que salgamos en una revista porque obviamente el que nos sacó la foto la iba a publicar, pero ¿de portada? Eso sí que me sorprendía.

-¿No vas a decir nada? - dijo ella enfadada.

-Te lo voy a dejar a ti, que hoy pareces muy habladora - bromeé, no iba a dejar que nada me quitase mi buen humor.

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