Cuando desperté no me podía mover, pero era comprensible; el pesado cuerpo de Poché estaba encima de mí. Pero no me quejaba, no después de la noche que hemos tenido.
-Buenos días - murmuró contra mi hombro, haciéndome cosquillas.
- Hola - dije sin poder evitar que una sonrisa tonta apareciese en mi cara, y menos mal que ella no me podría ver. No porque me diese vergüenza, sino porque no quiero que su ego aumente mucho más.
-Nos tendremos que levantar - dijo con pesar - bueno, si quieres, quédate y descansa aun poco más - dijo levantando la cara para que pudiera ver su sonrisa de engreído. A eso me refería.
-No gracias, no estoy cansada - dije sólo para picarle un poco y ella empezó a contestar cuando el móvil de Poché empezó a sonar.
Nos levantamos los dos corriendo, pues podía ser el hospital. Y si era así esperemos que sean para dar buenas noticias. Poché lo cogió tan rápido que por poco no espachurra el móvil dentro de su gran manaza.
-María José Garzón - saludó - Sí -. Dijo mientras su cara empezaba a palidecer. - ¡Ahora mismo voy! - dijo ya blanco como la nieve. Eso no era bueno, nada nuevo. Y mientras ella seguía contestando con monosílabos y haciendo preguntas que no escuchaba, mi cabeza solo podía imaginarse cosas horribles que podían haber pasado.
-¿Qué pasa? - dije con los nervios a flor de piel.
-Mi madre - dijo mientras iba corriendo al trozo de armario que le había vaciado para ella
-¿Tu madre, qué?
-¡Dios! - dijo parándose en seco a intentar respirar con tranquilidad - Acaban de hospitalizar a mi madre. - dijo con voz incrédula.
-¿Cómo? - eso no podía ser cierto, no podía tener tan mala suerte.
-Lindsey, eh, Lindsey la ha encontrado, cuando ha ido a hacer una visita, inconsciente en el suelo - dijo volviendo a cambiarse rápidamente - Tengo que ir al hospital - dijo más para ella que para el mundo.
-Yo te llevo - dije siguiéndole escaleras abajo y cogiendo por segundos las llaves del coche antes que ella
-Están en pijama - señaló lo evidente.
- Calla y vamos - le dije yendo al coche dónde ahora su coche ocupa la plaza de mi coche destrozado.
Su madre se encontraba ingresada en otro hospital diferente al de Johan y el camino es algo más largo, pero pocos minutos.
-¿Te han dicho algo más? - le pregunte mientras arrancaba.
-Sí. Tiene un gran golpe en la nuca, y la puerta de entrada de la casa estaba abierta - dijo si poder dejar de mover las piernas, yo puse una de mis manos en su muslo y le di un ligero apretón.
-Robo.
-Sí.
El silencio reinó por unos minutos.
Vale, te dejo en el hospital, vuelvo casa a cambiarme y aviso a mi padre para que vaya con Johan y vuelvo contigo. Cuando sepamos que tu madre se encuentra bien, me paso a ver a Johan un rato a revelar un poco a mi padre. Luego vuelvo contigo y ya vemos lo que hacemos después, ¿te parece? - le dije para tener un poco de orden dentro de esta locura.

ESTÁS LEYENDO
TUYA
Fiksi PenggemarEsto es lo que pasa cuando una mujer se hace cargo de un Gimnasio de boxeo. Daniela Calle nos demostrara que es dificil pero no imposible, aunque a todos no les parezca. Poche gip Adaptacion Caché Historia real "Soy tuya" de (EstherR4)