Parte 20

2.4K 97 2
                                    

Ya ha pasado un día desde el accidente y Johan no mejora. Aunque los médicos dicen que todavía es pronto para eso, que el cerebro no se cura en cuestión de 24 horas. Sé que tienen razón, pero lo que darían porque no fuera así. Por otra parte, he conseguido que Poché se fuese a dormir un poco a casa y menos mal que estaba allí mi padre para darme la razón y llevarle a su casa, que es lo máximo que conseguimos. Y todo porque si pasaba algo, sería mejor que mi padre lo trajera y él se olvidara de conducir y menos nervioso.

-¿Qué tal esta?

-¿Qué haces aquí? - le pregunte poniéndome rápidamente en pie - no han pasado ni dos horas desde que te fuiste con pa...

-No me quedó tranquila. Además, te recuerdo que dentro de poco vendrán los del seguro para decirnos la causa del accidente...

Cierto, se me había olvidado completamente que vendrían. Pero era lo último que tenía en la cabeza.

-Vale, pero siéntate. ¿Y mi padre? - dije al no verlo por ninguna parte.

-No pienso sentarme, llevó en reposo demasiados días... Y German se ha ido a buscarte algo de comer...que ya podías haber ido tú con tu padre a comer y yo me quedaba con Johan... - dijo taladrándome con sus ojos verdes.

-¡Eh! - dije recorriendo la distancia que nos separaba - en esto no tienes voz ni voto; así que te vas a sentar o llamo a algún enfermero para que te revisen las costillas, tú decides. Y luego, yo no soy la que está herida, así que no pasa nada porque coma aquí, no como tú - dije con voz suave intentando tranquilizarle. Porque entre las lesiones y que se sentía impotente ante la situación de su amigo, no es que su volátil humor esté en su mejor momento - Además como tú dijiste, él no va a estar en ningún momento sólo, nos tiene a nosotros y a mi padre. Así que porque descanses un poco no va a pasar nada. Además, seguro que él prefiere verte bien cuando abra esos ojos que medio muerto en su habitación, ¿no? Y si eso no te sirve hazlo por mí, pero con uno hospitalizado ya me basta.

Vi como sus ojos se aguaban. Y le comprendía, demasiadas emociones un poco tiempo. Así que preferí no decir nada más y abrazarle suavemente por las caderas. Al segundo sus brazos me rodeaban por los hombros y descansaba su frente en mi cabeza mientras oía su rápida respiración. Verle y sentirle así de mal, me mataba.

-Perdonen - dijo una voz de hombre interrumpiendo. Al mirar me encontré con un señor en traje, de gesto adusto y muy delgado - me manda la aseguradora dela señorita Calle.

-Sí, perdón - dije tendiéndole la mano izquierda. Para que después Poché me imitase -¿Se sabe la causa del accidente? - dijimos ambos a la vez.

-Sí. Y no son buenas noticias. Señorita Calle, el señor no pudo frenar por que los cables de los frenos habían sido cortados.

-¡¿COMO!? - Dijo Poché.

-¡Dios mío! - dije bajo, sin creerme todavía las noticias. - No puede ser.

Lo siguiente no lo recuerdo, mi mente de había quedado en shock, no conseguía procesar ninguna palabra más. Alguien había cortado los frenos de mi auto. Alguien intentaba matarme o como poco herirme de gravedad. Y por mi culpa era Johan quien se encontraba en coma en la cama del hospital, cuando tendría que ser yo. ¡Joder! Por mi estúpida idea decir a comprar las pizzas está aquí. Cuando se despertase me iba a matar y eso si se despierta. Y si no se despierta yo me muero.

TUYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora