Capítulo 1 | Irix

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¡Buenas! Bienvenidos a mi nuevo proyecto ✨ Realmente tengo muchísimo tiempo sin escribir y aunque lo intentaba simplemente no podía, pero ahora con tanta inspiración, tantas ideas y tanto apoyo no puedo parar de sacar cosas.

Cositas a tomar en cuenta:

🌷. Busco que esta historia sea una comedia romántica, obvio, tendrá su drama pero no quiero que todo sea tan trágico.

🌷. Me tomaré el tiempo para actualizar porque entre la universidad, el arte, los bots y demás cosas de mi vida pues no tengo mucho tiempo de sobra.

🌷. Como dije, tengo muchísimo tiempo sin escribir (anteriormente también subía historias aquí) y espero que mi redacción mejore a medida que pasa los caps.

🌷. Irix es medio latina, con mucho dialecto venezolano así que sino saben una palabra sientanse libres de preguntar. Cuándo algún personaje hable español la letra se volverá cursiva. Si, si se que es muy usado pero es una manera simple de diferenciar los idiomas.

Sin más, disfruten muchísimo esta historia 💜

🌷

Mi reloj marcaba las 7:00 am, una hora que odiaba con todo mí ser desde que empecé a trabajar. Con pocas fuerzas estiré mi mano hasta llegar a tocar el frio material del reloj de mesa, que a veces se descontrolaba y me hacía llegar tarde a todos lados; me senté en la cama, tratando de asimilar el simple hecho de despertar.

Mi cabello castaño estaba desordenado y en formas raras, como si estuviera tieso, al igual que los mechones morados brillosos que se escondían entre el cabello. Mis manos frotaron mi cara antes de tomar por fin impulso y saltar fuera de la cama, consciente de que hoy tendría otra pesada jornada laboral.

- Al que madruga, Dios lo ayuda...dicen por ahí. Que me ayude a no querer tirarme de la azotea.

Mi rutina mañanera era la misma que todos los días; constaba de baño, necesidades biológicas, peinar mi lacio cabello que me llegaba un poco más debajo de las caderas, skincare y un poco de maquillaje porque la necesidad de salir con un delineado largo y fino era más grande que yo solo por querer disimular lo redondo de mis ojos, saben, complejos y así...aun así, mi flequillo cubría parte del delineado.

Bajé rápidamente por las escaleras hasta bajar al segundo piso, adentrándome por la sala de estar, comedor y hasta llegar a la cocina donde estaban mis padres: Fiorella Torres y Adam Accardi, preparando el desayuno de hoy antes de que cada uno fuera a hacer sus responsabilidades. Me acerqué a ellos y luego de un "Buenos días" y un beso en la mejilla de cada uno, me dirigí a la nevera para tomar un cup-cake que yo había hecho el día anterior, por el frio de la nevera estaba más tieso que mi cabello en las mañanas pero nada que un café no resuelva. Al cabo de unos minutos ya los tres estábamos sentados comiendo nuestros desayunos.

- ¿Irix, irás al café hoy? - preguntó mi madre, mientras se metía una arepa de queso a la boca.

- Sip, tengo que instalar unas cosas nuevas pero Gabi me ayudará. Si fuera por mí, no sabría bien cómo hacerlo. – Remojé el cup-cake en el café, buscando que se ablandara un poco.

- Me costaron una fortuna todas esas cosas... - dijo mi padre, llevándose las manos a su cabeza.

Mi madre era dueña de unas tiendas de ropa (algo costosas), las cuales tienen varias sucursales en toda la ciudad, entonces ella todos los días debía ir a ver que todo estuviera bien y obviamente ayudar en lo que pueda. Mi madre, luego de casarse con mi padre y obtener una visa, se vino con él a New York para cumplir su sueño de tener tiendas de ropa. Mientras tanto mi padre, es hijo de un italiano y una americana; mi padre amaba viajar, y en una de las playas más famosas de Venezuela conoció a mi madre, la cual también estaba en un viaje familiar a la playa. Luego de su amor a primera vista, se casaron y me tuvieron a mí, pero como les costó tanto tenerme y mi madre sufrió tanto, prefirieron quedarse solo conmigo. Mi padre tiene una empresa de construcción y es ingeniero civil, mi madre estudió diseño de modas.

Luego de una charla y un desayuno familiar, cada quien tomó sus pertenencias y se retiró a sus responsabilidades. Me quedé parada en el patio, viendo como mis padres se iban en sus respectivos autos; luego de eso comencé a caminar hacía mi trabajo, no era muy lejos y caminar me ayudaba a despejar mi mente por las mañanas, además amaba el sol de las mañanas por alguna razón. Escuchaba "Fast Forward" de Somi, para darme más ánimos de querer existir hoy, mientras caminaba en las concurridas calles de New York.

Finalmente llegué al café de mis padres, bueno, en realidad fue un regalo de cuando cumplí 20 años. Mis padres querían que yo tuviera mi propio dinero e independencia, dándome algo que me gustaba hacer. Empezó como un café como cualquier otro, pero yo lo convertí en un cibercafé para hacer algo "único" e innovador. Llegué un poco más temprano de lo usual porque tenía que instalar computadoras nuevas más sus accesorios y algunas otras consolas nuevas.

Me coloqué detrás del mostrador mientras esperaba la llegada de Gabi, quien sería mi ayudante hoy. Me recosté a la pared mientras miraba al techo, como si fuese lo más interesante ahí (no lo era). Estaba algo aburrida...de la monotonía, de lo diario, de lo que siempre era usual, de la coño e' su madre rutina. Mi cuerpo quería algo más, quería experimentar algo nuevo; culpo a mis padres de eso, fueron muy sobreprotectores y no experimenté lo que una adolescente debía...nunca me dejaron que la vida me diera los golpes que necesitaba para crecer y ahora me pasaban factura en la vida adulta. A veces me acomplejaba el hecho de no haber vivido cosas en mi adolescencia que otros si, algo así como un romance escolar.

Ni siquiera en la universidad hice algo, porque me acostumbré tanto en encerrarme en cuatro paredes y utilizar los juegos y el internet para distraerme que me negaba a salir y hacer cosas en mi época universitaria. ¿Me arrepiento? No lo sé, yo misma me lo busqué. Ahora, soy una psicóloga de 23 años que vive aburrida todos los días y ni siquiera ejerce su profesión; bueno, actualmente un título no te asegura que trabajaras de ello. Salí de mis pensamientos y decidí ambientar el cibercafé con música, cosa que siempre hacía, con una playlist llena de canciones de animes, juegos, series, algunas canciones random que conseguía por ahí, j-pop y k-pop que siempre tenía que actualizar.

De los altavoces del cibercafé sonaba "The Lost Soul Down" de NBSPLV cuando una alta figura pasó por la puerta del cibercafé. Mis ojos verdes claros se posaron sobre aquella figura, alta, algo musculosa, con tez morena y su cabello ligeramente peinado hacía atrás, con algunos centímetros más que yo.

Él me sonrió y yo le sonreí de vuelta.

- Bienvenido. – musite. 

🌷

Hasta aquí el primer capítulo, que espero les guste mucho. No olviden dejar su apoyo, duda o sugerencia 👋

ONLY ONE | MIGUEL O'HARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora