Capítulo 7 | Maldita sea, estoy muy enculado.

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No hay mucha introducción está vez jsjsjsj, solo será un cap para ver como se sienten nuestros protagonistas desde lo que pasó el cap pasado 😋

🌷

Hoy era un día caluroso, exageradamente caluroso, desde que obtuve mis poderes sentía como todo al triple, incluido el calor. De por si mi temperatura corporal era alta, ahora más.

Estaba sentada en uno de los edificios más altos de la ciudad, sin usar la máscara que encubría mi identidad. Quería que toda la brisa golpeara suavemente mi rostro, acomodando todos mis sentimientos. Había pasado como una semana desde mi encuentro con Miguel, y una semana en la que ni me había mostrado el rostro; no me llamaba para misiones, y nadie lo había visto a excepción de Jess. Gabriel comentó que ni siquiera había ido a casa, lo que era normal pero no tan exagerado como una semana entera sin hacer acto de presencia.

En esa semana, Miguel me había hecho un desastre total, con tantos sentimientos encontrados. ¿Me gustaba? No lo sabía, realmente, y el tiene muchas actitudes que realmente me hace cuestionar su estabilidad mental. Gabriel me dijo que no siempre fue así, luego de un suceso que le generó estrés postraumático se volvió como es ahora e insistía en no ir a terapia porque eso le restaría tiempo en el cuartel. Era alguien realmente terco.

Su físico me atraía mucho, hasta su mero lenguaje corporal. Fue atracción física lo que sentí en el cuándo lo vi, pero realmente su actitud me hacía dudar si me gustaba o no. Con todo y eso, había aceptado gustosa el encuentro en su oficina y no me arrepentía, solo que ahora me había dejado muchas dudas.

Aquí en mi universo, solo había una persona en la que podría confiar y contarle todo para ayudarme en esta situación.

Me coloqué mi mascara y bajé de ese edificio, columpiándome con destreza entre los edificios; la gente que me saludaban eufóricos por mi presencia. Al pasar los días, cada vez más personas se acostumbraban a mi presencia y dejaban de sentir miedo. Me veían como una celebridad, bueno, a mi alter ego. También, muchos hacían teorías de quien podría ser yo realmente, jamás le atinaban porque sin la máscara...realmente no era alguien reconocida, para no decir que solo era una donnadie.

Me pegué a una pared de una gran casa, y respiré hondo antes de gatear por esta hasta llegar a una ventana. Verónica, estaba al otro lado, haciendo dibujos en una libreta, mientras sus cabellos rubios caían sobre sus hombros sin percatarse de mi presencia. Entré por la ventana, y cuando Verónica me vio, saltó de su cama con un rostro de sorpresa.

No la culpo, estaba vestida con mi traje así que no sabría que era yo.

- Spider-X, ¿Qué haces aquí? – su voz salía tenue, y sus ojos ámbar se abrieron de par a par cuando me vio sin mascara - ¡¿Irix?!

Yo le sonreí enternecida, y ella corrió hacia mí para darme un fuerte abrazo. Nos abrazábamos por algunos segundos, ambas necesitábamos ese abrazo.

- ¡Irix! ¡Mírate! – Se separó de mí y me tomó de las manos, mientras me veía de arriba abajo. – Te ves preciosa, mujer.

- Gracias, aunque no termino de acostumbrarme. – Le sonreí dulcemente.

- ¡Debes contarme todo!

Asentí y caminé por su habitación un poco, realmente nunca había venido porque a su padre no le gustaban las visitas. Vero era de familia rica, todas en el grupo lo sabíamos, pero a ella no le gustaba hablar de eso; lo único que una vez contó fue que el matrimonio de sus padres fue horrible y aun así salieron tres hijos de aquel matrimonio, dos se quedaron con su padre y uno con su madre. El hermano del medio se quedó con su madre, y el hermano mayor y la hermana menor con su padre.

ONLY ONE | MIGUEL O'HARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora