ONLY ONE | MIGUEL O'HARA

Capítulo 21 | Propósito.

Tengo muchos sentimientos encontrados porque ya estamos en los últimos capítulos 😭 esta historia la comencé sin muchas bases y gracias a ustedes he podido estructurarla hasta el final ✨

Quedan cuatro capítulos pero no se me alarmen que aún queda material para su gusto antes de cerra totalmente la historia 💜

Muchísimas gracias por todo el apoyo a mi historia toda loca, y perdónenme si sienten que todo lo saco de la nada realmente todo tiene su explicación 😞

🌷

Algunos meses atrás...

La joven rubia agonizaba del otro lado del muro que la había separado de su amiga. Un disparo había impacto directo a un órgano vital, haciéndola morir lento y dolorosamente.

Se sentía demasiado débil como para gritarle a su amiga que huyera y la dejara, que de todos modos moriría ahí. Y aun en esa terrible agonía, Verónica sentía que se liberaba del peso enorme que para ella era solo vivir.

Cerró sus apagados ojos ámbar, dispuesta a dejarse ir finalmente pero los abrió a más no poder cuando sintió unos brazos fuertes envolver su cintura y alzarla del piso, provocándole dolor en su herida abierta.

- Eres igual de miserable que tu madre. – Habló de manera ronca, el hombre que la había cargado en brazos. – Siempre causando problemas.

Verónica conocía perfectamente esa voz masculina, ¿y como no hacerlo? Si la ha atormentado durante toda su vida. Sabía que si alguien no la dejaría morir, sería el, solo para que siguiera viviendo entre las sombras y la vergüenza de compartir sangre con él.

- También...también es tu madre, bastardo...- Verónica encontró las fuerzas para insultar a su hermano mayor, tosiendo sangre luego. - ¿Por qué no me dejaste morir?

El hombre guardó silencio durante el trayecto que camino, hasta llegar a un laboratorio que le pertenecía solo a él; donde llevaba sus investigaciones y experimentos más privados y clandestinos. Dejó a su hermanita sobre una fría camilla metálica donde enseguida le inyectó un anestésico tan fuerte que sintió enseguida como el mundo le daba vueltas.

- ¿Qué por qué? Porque al final sigues siendo una Stone. – Respondió sin mucho interés, realmente el que decidió salvarla no había sido decisión de él.

De las sombras apareció Tyler Stone, dueño y señor de Alchemax y padre de ambos presentes. El señor Stone caminó hacia su hija, acariciando sus rubios cabellos; ella no pudo evitarlo, la anestesia la había inmovilizado por completo.

- Sé que no te gusta portar tu apellido, hija mía pero no puedo dejar que mi única hija muera así como así. – Miró a su hijo mayor, dándole la señal a su hijo que empezara con la cirugía, ambos tenían la suficiente tecnología para curar esa herida tan grave de ella. – Adelante, Miguel.

El mencionado puso los ojos en blanco, colocándose su bata y sus lentes para luego acercarse a su hermana. Unos enfermeros entraron para ayudar a la mujer a recuperarse y salir de esta agonía. Aunque no estaba muy convencida del todo, sabía que su padre y hermano tenían algo más escondido detrás.

Y justo así era; su padre miraba la cirugía unos metros apartado, jugando con un bolígrafo mientras veía todo con cautela. Si, salvaría a su hija pero con un plan retorcido detrás de todo eso.

Necesitaba a su hija viva, ya que gracias a sus investigaciones dieron con la identidad de la heroína de la ciudad, enterándose enseguida que era la mejor amiga de su hija. Tyler necesitaba que su hija le diera información sobre Irix y finalmente hacer que ella viniera a Alchemax. Mientras su hermano mayor, Miguel Stone, necesitaba un sujeto de prueba para un nuevo experimento en curso.