ONLY ONE | MIGUEL O'HARA

Capítulo 3 | Orígenes

¡Buenas! Bienvenidxs a otro capítulo de esta historia que me ha sacado algo de canas verdes.

Esta historia sigue un poco el canon de las películas del Spiderverse pero como no ha salido la de Beyond pues habrá cosas que tendré que cambiar por el bien de la trama de la historia.

Aún así, es divertido escribirla mientras creo los escenarios en mi cabeza.

Sin más que decir, disfruten 💜

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Mi espalda pegaba en el frio suelo del estudio de baile donde me la pasaba al menos tres veces por semana. Mi pecho subía y bajaba mientras sentía como el sudor recorría cada centímetro de mi cuerpo, hasta en donde resultaba más incómodo de sentir.

- Ya no puedo más...¡¿Quién fue la que eligió esta jodida coreografía?! – grité con frustración cuando a duras penas logré sentarme.

- Irix...fuiste tú. – Me respondió Verónica, la mujer a la cual llamaba mejor amiga, casi hermana.

- Ah...

A parte de mis obligaciones y responsabilidades, también pertenecía a un pequeño grupo de baile independiente; siete mujeres que escapamos de nuestra realidad y nos encerramos en cuatro paredes a bailar frente a un gran espejo coreografías ya hechas. Si no fuera por esto, ya me fuera lanzado de la azotea. Yo no era la líder, pero teníamos la costumbre de que cada mes una integrante elegía la canción que bailaríamos durante el mes.

Me levanté y miré mi figura reflejada en el espejo; mi tez morena brillaba gracias a las luces y al sudor, y mi cabello estaba desordenado (más de lo que acostumbra a estar) y se pegaba incómodamente a mi espalda. Utilicé mis manos para limpiar el sudor que se concentraba debajo de mis senos; levanté un poco mi top deportivo, a lo cual Verónica se me acercó arqueando una ceja.

- ¿Qué? Me sudan las tetas...- le dije con total normalidad, arqueando una ceja igual que ella pero de manera más divertida.

- No sé, cosas que no experimento por tener senos pequeños. – Se apretó ligeramente sus pechos, haciendo un ligero puchero.

- Carajo, no antojen. – Dijo Maya, una hermosa mujer alta y pelinegra que era un completo sueño y nuestras líder.

Bailamos una hora más, donde me declaré de baja hasta por lo menos el año siguiente. Me sequé el sudor con una toalla, y me guindé mi bolso deportivo en el hombro para por fin salir de ese ahora caluroso estudio de baile. Me despedí de mis compañeras y amigas, las cuales se subieron en sus autos o motos para irse a sus casas.

La brisa golpeaba mi cuerpo y cabello, ayudándome con el horrible calor que sentía gracias a la época del año. A pesar de ser primavera había mucho calor, y eso y el polen no ayudaban en nada a mis alergias.

Una camioneta se posó frente a mí, y enseguida supe de quien se trataba. Maldije en mis adentros, al darme cuenta que olvidé totalmente el que hoy iría a una empresa super importante con mi padre y que no estaba vestida para la ocasión y estaba llena totalmente de sudor. Mi padre bajó la ventana del lado del copiloto y se asomó para verme.

- Se te olvidó, ¿verdad? – No se veía enojado, parece que se lo esperaba.

- Seh – Dije resignada y subí al auto – Creía que sería más tarde, ¿Cómo supiste que estaría aquí?

- Conozco tu horario, y si no estás en el café ¿Dónde más estarías? Aquí.

- Papi, tas' loco.

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Por suerte mi papá tenía una camisa de él en el auto, la cual me puse encima de mi top deportivo porque realmente mostraba más carne de lo que me gustaría, ya que se notaba mucho la curvatura de mis senos. Ya en Alchemax seguía a mi padre quien hablaba con algunas personas sobre el proyecto de anexo de la empresa, a la par que miraba las distintas pantallas y demás cosas que mostraban la evolución de la empresa en el mundo.