Los correteos de James y Xavier despertaron a Mon-el por el medio día. La fiesta de anoche se había puesto intensa, más con el permiso de Kara sobre quedarse. Se lo agradecería hambriento cuando llegara a casa.
—¡Ayúdanos, zopenco! —exclamó Xavier, sus manos temblaban sacudiendo la bolsa de basura llena de botellas.
—Ya voy. —Mon-el cambió de posición hasta que James le lanzó una lata a la cabeza—. ¡Hey!
—Los padres de Xavier llegan en una hora, ¡apúrate!
—¡Mierda! —Mon-el se levantó de un salto, no quería meterse con el padre de su amigo cuando sus ojos saltaran de sus cuencas al ver aquel desastre.
Los chicos limpiaron lo mejor que pudieron, la mayoría de basura la habían escondido en el baño del cuarto de Xavier, lo que no pudo caber en el auto de James.
La madre de su amigo entró primero y ellos aprovecharon para huir por si no habían logrado ocultar algo. Xavier tendría que hacerse cargo del regaño si así fuera.
James propuso ir por algo de comer, con la carrera por limpiar y lo tarde que abrieron los ojos, no habían podido comer nada.
En Big Belly Burger, Mon-el pidió una hamburguesa de queso con carne doble, papas y un vaso de refresco enorme.
—Oh, amigo, eso estuvo cerca —suspiró James, dejándose caer en el asiento frente a Mon-el.
—Gracias al cielo que Kara me dejó quedarme. ¡No hubieran podido limpiar todo solos!
—¡Gracias, diosa coleta! —exclamó exagerado el moreno—. Hablando de eso, ¿cómo es que te permitió quedarte y no llamarte?
—Olvide la fiesta con sus padres.
—¡Con más razón! —James robó una de las papas de Mon-el, éste se quejó pero lo permitió— Te hubiera roto la consola de un golpe, con el derechazo que tiene.
James una vez "halagó" las piernas de Kara mientras veían el ensayo de las porristas. Ese día Mon-el le dio una patada luego de que la rubia le diera un puñetazo en la cara. Pero eso ya estaba en el pasado para el barbudo.
—Tengo una novia genial —respondió Mon-el. Si tenía que cuestionar el porqué Kara estaba tan comprensiva, sólo podía deberse a que estaba aprendiendo a adaptarse a él—. Hablé con ella como un adulto, le dije lo que sentía y pedí perdón por olvidarlo. ¡Sencillo! Comunicación.
—¡Woah! Sabes, ahora pienso que debí ir por ella antes de que tú lo hicieras. —James sorbió su bebida de manzana—. Creí que sería de esas chicas que nos necesitaban todo el tiempo bajo sus ojos, ya sabes, haciendo cosas de viejos como ver películas y pasar todo el tiempo con sus padres. ¡Oh, eso hacía!
—Pero recapacitó —contradijo el chico de cabello castaño. La barbilla manchada de ketchup—. Aún tengo que ver a sus padres los sábados o domingos, pero es todo. Y, con lo de ayer, sólo puede mejorar nuestra relación. Es la chica perfecta.
—Si no fueras mi amigo, te la quitaría —comentó James, los dos rieron, más el moreno que su amigo—. Oh, mierda, si te está esperando con un regalo —guiñó pícaro—, no me importará nada. Será mía.
—Cállate, estúpido. —Mon-el no se vio feliz con ese chiste y le lanzó una papa, James abrió la boca y tomó el proyectil recuperando las risas otra vez.
—Es tan bueno que te dejé salir como lo hace, ¡y sin ella! —James analizó un poco la situación: Kara permitía la ausencia de su amigo, exigía tan poco y no parecía enojarse por cosas que usualmente harían enojar a una novia normal. ¡No, eso es una locura!, pensó el chico. Por que era una locura, ¿no? ¡Por supuesto! Entre risas compartió su pensamiento con su amigo— ¡Cuidado, no vaya a ser que tu fabulosa novia te esté engañando!
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Serás Mía
FanfictionMon-el ha dado por hecho su vida, con el estatus y la economía de una familia de la alta sociedad, así como ser bendecido con un talento atlético y la simpatía con la que ha ganado la popularidad de la preparatoria, no desea cambiar su ritmo de un a...