Serás Mía

Capítulo 18: Buen día, señora Luthor

—Los niños tienen un aparato reproductor, es algo que tienen entre sus piernas, se le llama pene —explicó señalando la parte en la imagen de un niño del libro sobre su regazo—. Y las niñas tienen uno también, que es la vagina, donde tú haces pipí. Cuando el cuerpo llega a cierta edad comienza a tener cambios, son las hormonas. Los niños segregan algo llamado semen desde el pene y las niñas forman óvulos, dentro del cuerpo en un lugar que se entra por la vagina, luego expulsan los óvulos con un poquito de sangre —Lena indicaba con su dedo cada dibujo que pudiera ayudar a Lori a entender.

—¡¿Y duele?! —la niña se alarmó. Su mente relacionó la sangre con dolor.

—Algunas veces, pero es natural, cariño. No es algo que pueda matarte —Aunque tu madre dice que sí. Kara era una ternura hasta que las hormonas la hacían lloriquear o ponerla hiperactiva—. El semen son miles de millones de espermatozoides. Los espermatozoides se introducen en el óvulo de las niñas y de ahí se va formando un bebé.

—¿Y cómo se meten en el óvulo si está en mi vagina?

—Los adultos —recalcó Lena con una mirada severa. Lori miró con curiosidad y algo indignada de volver a ser limitada por el tema de su edad— ...tienen algo llamado relaciones sexuales, donde el hombre introduce su pene en la vagina de la mujer.

Lori pensó en la palabra introducir y quiso asimilarlo como cuando la inyectaban durante las vacunas.

—¿Y no duele?

—Sí, pero depende del cuerpo y ocurre durante la primera vez que se tienen relaciones. —Gracias a Dios no experimenté eso—. Luego el óvulo pasa por varias fases comenzando a crecer en el vientre de las mamás y así se forman los bebés.

—No me gusta que las personas me vean donde hago pipí, mamá —expresó Lori con disgusto.

—Y así debe ser. Las relaciones sexuales no son algo que se deba tener con cualquiera, en especial la primera vez. Es un momento importante y único, debe ser maravilloso. Con una persona que ames mucho como para ser tu pareja —dijo la mujer sonriendo enternecida a su hija.

—¿Con quién fue tu primera vez, mamá? —preguntó una curiosa Lori.

—Tu mamá.

—¡¿QUÉ?! —Kara, que le fue imposible contenerse de oír la conversación de su esposa e hija, gritó revelando su presencia tan pronto Lena destapó su secreto— ¡¿Fui tu primera vez?!

—Kara, cuando te dije que sólo Lex, mi padre y tú sabían de eso, no era mentira.

La rubia abrió y cerró la boca varias veces intentando decir algo. Fue la primera vez de su esposa, de su Lena. Fue la primera vez de esa diosa sexual con la que se había casado. Ahora sí creía que las divinidades la habían bendecido con ella.

—Pero, Mamá —interrumpió la pequeña Luthor.

—¿Sí?

—Un bebé sólo puede nacer entre un hombre y una mujer, ¿no?

—No necesariamente, existen muchos avances que pueden hacerse hasta de tres personas, pero sí, es necesaria la intervención de un hombre y una mujer —explicó, pensando en qué decirle a su hija para no confundirla y dar el mensaje más cercano a la realidad actual, o al menos no crearle un prejuicio.

—Entonces, ¿cómo nací si mami y tú son mujeres?

Bien, ahí estaba lo difícil. Generalizar quizás podría salvarla por ahora.

—Existen parejas de dos hombres o dos mujeres como nosotras. Esas parejas pueden tener un bebé de diferentes maneras. En el caso de dos mujeres, pueden intentar algo que se llama inseminación artificial, donde el semen de un hombre anónimo es donado para fecundar el óvulo de una de las mujeres.