Me la juego por vos (Cutison/Cutisevski)

49

Richy tenía una botella de vino en la mano y tres botones de la camisa abiertos cuando Sonny le abrió la puerta.

—Llegaste temprano —le sonrió Sonny, invitándolo a pasar.

—Nunca haría esperar a una coisinha fofa como você.

Sonny se rió y le dió un pequeño golpe en el hombro. Le dijo a Richy que se sentara y fue por las copas de vino.

El sofá era espacioso, pero Richy se deslizó lo más cerca que pudo, con su torso girado hacia él y su rodilla tocando el muslo exterior de Sonny. Son, por su parte, se aseguró de llenar la copa de Richy lo más que pudo sin resultar sospechoso.

—Buena elección —le dijo Sonny, después de tomar un sorbo.

Richy le dió una sonrisa lobuna y chocó su copa con la Sonny.

—Tengo bom gosto —le dijo Richy, guiñándole un ojo—. Y no solo para las bebidas alcoólicas.

Sonny ya había aprendido que los sudamericanos no eran muy amigos de las sutilezas. Eso le gustaba. Aunque Richy era un poco más charlatán que Cuti, quien siempre había sido un hombre más de acción.

El coreano solo se rió.

—Estou muito feliz porque você me invitara —dijo Richy.

—En teoría, vos me invitaste a tomar algo.

—Mas não creí que você aceptaría —dijo Richy, inclinándose más—. Eso significa que agora eu tengo el caminho livre, eh?

Sonny se alegró de fuera él quien sacará el tema.

—Otra vez con eso —dijo Sonny rodando los ojos—. ¿De dónde sacaste esa información?

—Ya te dije que não puedo revelar minhas fontes —dijo, fingiendo cerrar sus labios con un cierre.

—Oh, dale —le dijo Sonny, acariciando el brazo que Richy tenía sobre el respaldar del sofa—. Soy un hombre muy curioso, sino me dices no podré dormir. Además, tengo que saber quién está esparciendo chismes sobre mí.

—Bueno, não é um chisme sobre você, mas la informação fue útil para mi —rio Richy, mirando la mano de Sonny sobre su brazo.

—¿Que querés decir?

—Caramba, eu hablé demais. Eu não quero ser um boca floja —se lamentó el brasileño.

—Dale, Richy —insistió Sonny, moviendo el brazo de Richarlison insistentemente—. No me podés dejar con el chisme incompleto. Prometo que no sé lo voy a decir a nadie.

Richarlison lo pensó.

—E você que me dá a cambio por contarte?

Que predecible, pensó Sonny.

—¿Qué te gustaría que te dé? —le preguntó Sonny, con una sonrisa tímida.

—Mmm. Um besito —dijo Richy.

Sonny soltó una risa, pero una parte de él se removió incomoda. No había besado a nadie más desde Cuti. Aveces, Sonny todavía pensaba en la sensación de sus labios.

—Pero primero me contas —intentó negociar Sonny.

—Ñao, ñao —negó Richarlison con el dedo—. Primeiro mi besito.

—¿No confías en mí? —cuestieno, sonando ofendido.

—Voce es muito esquivo —dijo Richy—. Siento que se passaron años desde que prove esos lábios.

Sonny tragó saliva, indeciso.

No seas ridículo, se regañó a si mismo, es solo un beso.