—¡Buenos días, Cuti!
Cristian se giró bruscamente, llevándose una mano al pecho mientras se apoyaba en la puerta de su auto recién cerrada.
—Me asustaste, Sonny —dijo, relajándose cuando vio a su compañero.
Sonny sonrió, esa era la idea. Son había estado esperando a que Cristian apareciera en el estacionamiento del club porque sabía que una vez ingresara al edificio iba a tener a aquel colorado colgado de su brazo de nuevo. Ya era una sorpresa que no hubiera venido con él en el auto.
—Que malo, Cuti —dijo Sonny, haciéndose el ofendido—. Tampoco soy tan feo.
Cristian le dio una mirada condescendiente, ni en mil vidas iba a creerle a Sonny esa falsa humildad. Sonny sabía de su atractivo más que nadie, esté solo era él intentando pescar cumplidos como era su costumbre. En otro momento, Cristian lo hubiera complacido sin objeción alguna.
—No quise decir eso —le dijo, poniéndose las manos en los bolsillos—. ¿Qué hacias? —dijo, sus ojos moviéndose a la bolsa que Sonny traía en sus manos.
El falso puchero desapareció, y una expresión más dubitativa ocupó su lugar en el rostro del coreano.
—Bueno... —dijo, mirando a la bolsa de plastico entre sus manos y removiendo un poco sobre sus pies. Luego metió su mano y sacó una pequeña caja de latón dorada con algunos diseños coloridos y algunas palabras que Cristian supuso que estaban escritas en coreano—. Te hice las galletitas que te dije —dijo Sonny con voz baja, entregandole la caja con un ligero sonrojo en las mejillas.
Cristian lo miró, sorprendido, mientras aceptaba la caja.
—Las hiciste en serio —dijo Cuti, abriendo la caja.
—Te dije que te las iba a hacer —dijo Sonny, jugando con las mangas de su campera—. Probalas.
Cuti tragó saliva y probó una. Sabían frutilla con cereal, no estaban mal.
—Le puse miel —dijo Sonny.
—Se nota —balbuceó Cuti, con la boca llena.
Sonny se rió y estiró la mano para empujar la barbilla de Cuti con suavidad hacia arriba. Fue apenas un toque, pero hizo que Cuti tragara casi por inercia.
—Comé bien, Cris. Pareces un nene.
Cristian asintió, masticando. Tratando de ignorar los recuerdos que vinieron con Sonny llamándolo "Cris" de nuevo.
—¿Te gustaron? —preguntó casi tímidamente.
Cristian asintió, con una sonrisa leve.
—Están buenísimas. Las tengo que bajar con una patada en el pecho, pero con el mate van a andar bárbaro.
El rostro de Sonny se iluminó como un arbol de navidad y Cristian casi sintió el impulsó de desviar la mirada.
—¡Me alegro que te gustaran! Me preocupaba que me hayan quedado muy dulces.
—Están perfectas —dijo Cuti, carraspeando y cerrando la caja—. Las dejo para después, gracias Sonny. Aunque no hacía falta.
—Si hacia falta —dijo Sonny—. Yo sé que esto no compensa todo lo que hice, pero es un comienzo, ¿no?
—Ya te dije que no tenés que compenzar nada. Yo ya te perdoné.
La mirada de Sonny se ablandó y una sonrisa desanimada tiró de sus labios.
—Eso decís, pero... todavía te siento lejos.
No había nada más difícil para Sonny que mostrarse vulnerable. Pero esa incapacidad de decir lo que sentía fue uno de los motivos por los que perdió a Cuti para empezar. Cada vez que lo pensaba más, valía menos la pena todo lo que hizo para resguardarse del torbellino al que Cristian quería arrastrarlo. Si tan solo se hubiera dejado llevar por Cuti y sus fantasías románticas, tal vez ahora no estaría mirándolo con anhelo con sus dedos picando por tocarlo.
—Sonny… –Empezó Cuti.
—Esta bien —dijo Sonny, dándole otra de sus brillantes sonrisas—. Lo entiendo, en serio. Yo se que me lo merezco y se que no va a hacer fácil que vuelvas a confiar en mí, pero al menos, me gustaría tener la oportunidad de demostrarte lo arrepentido que estoy.
Cuti lo miró, intrigado. Antes de que pudiera pensar en que responder un bocinado los asustó. Ambos miraron en dirección a Emersón, que se estaba bajando de su auto.
—¡Morning! —saludó, acercándose a ellos y abrazándolos por el cuello a cada uno con cada brazo—. ¿Qué estão fazendo aqui fora? ¡Vamos a llegar tarde! Temos que ser puntuales, amigos.
Emerson los arrastró a ambos adentro, ignorando por completo la mirada irritada que Sonny le dirigió.
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Me la juego por vos (Cutison/Cutisevski)
Fanfic[ AU de Twitter ‼️] Todo el mundo ama a Sonny y Sonny ama ser amado por todo el mundo, casi tanto como ama ver celoso a Cuti. Cuti ama a Sonny, pero no le gusta compartir. Deki solo está esperando su oportunidad.