Me la juego por vos (Cutison/Cutisevski)

4

Son estaba a punto de salir a la cancha con el resto de sus compañeros cuando sintió una mano cerrarse sobre su muñeca. Supo de quién se trataba incluso antes de girar la cabeza, conocía el fuerte agarre de Cristian a la perfección.

—¿Qué...?

Cristian se llevó un dedo a los labios, indicando que hiciera silencio, y tiró de él.

—Cris, tenemos que ir a entrenar —se quejó Son débilmente, pero se dejó llevar por Cristian hasta detrás del muro.

Son echó una mirada rápida al gimnasio vacío para asegurarse de que no hubiera nadie.

Cristian, por su parte, lo presionó suavemente contra el muro.

—No me saludaste hoy —le dijo, con sus ojos marrones penetrantes sobre los suyos.

—Si te saludé.

—No como corresponde —dijo Cristian, levantando su barbilla con su mano y acariciando el labio inferior de Son con su pulgar.

—Cris, ya te dije que acá no —suspiró Son, agarrandolo de la muñeca para alejarlo suavemente.

Cristian no se movió un centímetro.

—No te pido que me beses frente a todo el equipo —Aunque nada le gustaría más en el mundo, así les deja un claro mensaje a todos esos que le tenian ganas a su Sonny—. Sólo quiero un besito de buenos días.

Sonny soltó una risa floja.

—Con vos nunca es solo un besito, Cuti —le dijo el coreano, sus dedos acariciando distraídamente el brazo del cordobés.

—Te prometo que esta vez sí lo es —sonrió Cristian, inclinando más su rostro hacia él.

Son se sintió mareado por la cercanía y no pudo hacer nada más que derretirse contra Cristian cuando este lo besó.

Empezó suave, los gruesos labios de Cristian abrazaron los suyos con tanta ternura que a Son se le escapó un suspiro. Después, la mano de Cristian se deslizó de su mentón a su cuello y subió a su pelo, deslizándose entre sus hebras. Cuando el otro brazo de Cristian rodeó su cintura y lo apretó más contra su pecho, Heung-Min se
aferró a sus hombros porque sabía lo que se venía.

Cristian tiró ligeramente de su pelo, señal para que el coreano abriera su boca y dejará que Cristian metiera su lengua.

No sabía cuánto tiempo duro el beso, si cinco minutos o una hora, Heung-Min solía perder la noción del tiempo cuando Cristian lo besaba así. Como si quisiera consumirlo por completo.

Cristian mordió ligeramente su labio inferior, antes de separarse bruscamente y dejar a Son mareado y agitado contra el muro.

Le sonrió de manera orgullosa, aún tenía esa mirada hambrienta que le daba a Son antes de volver a besarlo, pero se aguantó y se quedó en su lugar.

—¿Ves? Sólo fue un besito.

Son lo miró, intentando tranquilizar su respiración y las ganas de volver a tirar de él para que lo besara de nuevo.

—Te odio —le dijo con un puchero involuntario. Cristian se rió con esa sonrisa de niño travieso que tenía y se acercó para darle un beso brusco en la cabeza.

—Yo salgo para que no sospechen, no tardes mucho —le dijo divertido contra su cien, antes de alejarse y salir a la cancha.

Son apoyó la cabeza contra el muro y sonrió tontamente.

Hasta que recordó que había decidido ponerle un freno a la intensidad de Cristian y se le borró la sonrisa.

"Mierda", maldijo para sus adentros.