En una bella ciudad llamada Inazuma, capital de Japón, viven los White, una familia de 4 miembros, los padres y sus hijos de 6 y 5 años.
- ¿Quiere más té, señor conde? _pregunta una pequeña niña.
- Me encantaría, princesa _responde siguiéndole el juego.
Una casa promedio, una vida promedio, un estatus promedio... una familia poco usual.
Las risas de los niños cesaron cuando se empezaron a oír los gritos de sus padres, peleando nuevamente.
- Mamá le esta gritando a papá... _susurra la pequeña.
- Descuida, seguro que ya se callan _afirma el mayor.
Cuando se empezaron a caer y romperse objetos caer, el mayor de los hijos sabía que tenía que actuar.
- ¿Que tal si jugamos al escondite en el ático? _propone con una sonrisa_ Yo cuento primero.
- Vale _asiente, más animada para seguir jugando.
Jude la ayudo a bajar las escaleras que la llevarían a su escondite, aquel enorme ático en la casa.
Una vez supo que la menor estaría cómoda, fingió contar y tras un "Lista o no, ahí voy", fue donde se encontraban sus padres.
- ¡Basta por favor, mamá! _reclama metiéndose en la pelea, sabía que era peligroso pero lo era aún más silenciosas quedaba viendo.
- ¡Tú no te metas, Jude, vete con tu hermana! _ordena la mujer antes de sacar a su hijo para enviarlo con la más joven de la familia.
Y aquella era una escena típica de ese hogar. Un matrimonio joven, se casaron sin pensar mucho y resultaron ser nada compatibles, lo cual desencadenaba en aquellas peleas, de las cuales sus hijos siempre eran testigos.
- Te encontré _habla tocándole el hombro a su hermana, una vez los gritos terminaron.
- Tardaste mucho _reclama viéndose adorable.
- Es por que sabes esconderte muy bien _afirma antes de que ambos rían y se abracen.
Jude abrazaba con fuerza a la menor, acariciando su largo cabello rubio, lo que no quería es que ella viera las lágrimas que caían de sus ojos. Un dolor que lo mataba por dentro, sin ser culpable de nada.
Hasta que un día aquellas peleas terminaron en que la hombre, harto de aquella estresante vida, tomó sus cosas y se marchó sin ver hacia atrás.
Los niños vieron todo desde la ventana de la habitación que compartían.
- Papá... _sollozaba la pequeña de ojos rosas, mientras estos derramaban una gran cantidad de lágrimas.
Temían bajar a detener a su padre y que su progenitora desquitara su ira con ellos.
Aquel pequeño par de hermanos vio como su padre los abandonó sin tomarse la molestia de decir "Adiós". Solo oyendo los reclamos de la mujer que maldecía a su marido por hacerle eso a su "familia".
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Dolor en la Sangre [Inazuma Eleven]
FanfictionJude y Vivien, un par de pequeños hermanos, hijos de un joven matrimonio. Afrontarán con dolor la soledad que el destino les preparó.