Dolor en la Sangre [Inazuma Eleven]

Capítulo 14

°•Japón•°

Micaela caminaba por el jardín, hasta que vio a cierto niño sentado bajo un árbol. Reconociendolo de inmediato.

- ¿Otra vez aquí? Se te está haciendo costumbre _indica la mayor, sentándose al lado de él_ Asumo que tu tarea ya esta hecha.

Jude asintió y le dio su libreta.

- ¿Por que sales a jugar los días de visita y luego vienes a estar solo aquí el resto del mes? _pregunta tras revisar la tarea.

- Me gusta imaginar que Vivien me mira... por que nadie más lo haría _admite pesimista_ ojalá que sea muy feliz con su familia.

Aquel deseo era sincero, pero delataba la herida que tenía el niño en su corazón.

- ¿Sigues creyendo que nadie te adoptará? _pregunta la mayor.

- No lo creo... ya comienzo a estar seguro _admite abrazando sus rodillas.

- Pues te equivocas enormemente _afirma tomándole las manos_ Hay alguien que quiere conocerte _anuncia con una sonrisa.

°◇°◇°◇°◇°◇°

El niño fue llevado a la oficina de la directora, notó de inmediato que había una pareja de señores, él vestía un traje gris, y ella un vestido tan lleno de detalles que solo podía compararse al de una reina, que abanicaba elegantemente su rostro sobre la nariz.

- Jude, te presento a Ethan Sharp y su esposa Othilia Sharp _presenta la directora, una ve, el niño entra en la dirección.

- Buenos días, señores Sharp, es un placer _saluda educadamente.

- Buenos días _saluda el esposo del mismo modo, ambos estaban asombrados por el porte del niño_ Jude, nos gustaría hacer de tí un digno heredero nuestro, y del grupo Sharp, con una perfecta educación, ¿Estas de acuerdo?

- ¿Su heredero? _pregunta el menor.

- ¿Que dices, Jude, te gustaría irte con los señores Sharp para convertirte en su hijo? _plantea la directora.

Jude sabía se sobra su respuesta, espero aquello por tanto tiempo que ni siquiera él mismo sabía como podía contener su alegría.

- Si _responde acompañado de un asentimiento de cabeza.

La pareja sonrió ante aquella respuesta, la mujer tomó las manos de su hijo para hablarle.

- Vas a ver que serás muy feliz con nosotros _afirma con una sonrisa.

Micaela se llevó a Jude para que iniciaran el papeleo, una vez se alejaron lo suficiente, esta notó la emoción del menor.

Se agacho para estar a su altura y le dio un abrazo, que fue correspondido de inmediato.

- Yo sabía que este día llegaría _sonríe_ Te dije que nunca perdieras las esperanzas.

- No puedo creer que esto sea real... voy a tener una familia _comenta muy feliz.

- Y una muy rica, por lo que veo, ahora serás el hijo de gente muy importante _añade a modo de juego_ Espero que cuando estés ahí, no te olvides de los pobres.

Jude río por aquello.

- Claro que no _asiente muy feliz.

- Te vamos a hechar mucho de menos... pero es lo mejor para tí _afirma Micaela.

Y dicho y eso, a los pocos días, Jude se fue a vivir con la familia Sharp, viendo el horfanato perderse de vista conforme la elegante limusina se alejaba del lugar.

Como si todo el sufrimiento, fuera compensado, los padres del niño le brindadan cosas que hasta entonces, eran lo más cercano a un sueño.

Una enorme habitación, con una cama blandita, tantos juguetes que perdía la cuenta de estos, suficiente ropa para el resto de su vida y las siguientes dos. Muchos sirvientes que siempre estaban al pendiente de lo que necesitara.

Pero lo que más amaba de su nueva vida, unos padres que lo querían más que a ellos mismos, su padre trabajaba la mayor parte del día pero Othilia siempre estaba cerca para pasar el tiempo con su hijo. Iniciando su educación desde el primer día que llegó.

- Esa no es la forma, hijo, haz como yo _indica mientras meriendan juntos, como práctica para sus lecciones de etiqueta en la mesa.

- Si, madre _responde formalmente, copiando la forma en que ella comía.

Y así, la vida de Jude cambió de la noche a la mañana, pero había algo que le hacia mucha falta.

- Vivien... _susurraba todas las noches viendo el cielo.

En su intento por cumplir su promesa, el mismo día que fue adoptado, visitó la residencia de los Rosellini, recibiendo con dolor la noticia de que su hermana ya no estaba ahí y nadie tenía idea de su paradero.