- Michael, no puedes pasar el día en pijama, ven aquí _llama Micaela mientras trata de despertar al rebelde niño.
- No voy a salir hoy, señorita _afirma muy serio.
- ¿Pero por qué no? _pregunta sorprendida.
- Es inútil, solo vienen a buscar a los bebés, nunca se llevan a un niño grande _responde cruelmente.
- Eso no es verdad, tienes 15 minutos para bañarte y vestirte si no quieres que te castigue _ordena con mucho carácter..
- Yo ya estoy listo, señorita _habla uno de los tres únicos niños que faltaban.
- Que bien te vez, Daniel, puedes ir a desayunar _felicita al verlo tan limpio y ordenado_ ¿Jude, necesitas ayuda? _pregunta al verlo ponerse los zapatos.
- No, gracias _niega terminando por su cuenta.
- Esta bien, ya me oíste Michael _reafirma antes de salir del dormitorio, dejando a los niños solos.
- No deberías hacerla enojar, ella nos cuida mucho _aconseja el castaño.
- Que más te da, si igual nunca van a llevarnos _afirma con su voz algo rasposa.
- La semana pasada se llevaron a Lucas _niega inteligentemente.
- Por que era un bebé, la gente quiere bebés para educarlos como ellos quieren, a nosotros los mayores ni nos voltean a mirar _responde de mala forma.
- Eso es mentira _indica.
- ¿Cuanto tiempo llevas tú aquí? _pregunta tras reírse.
- Mi hermana y yo llegamos en primavera _responde.
- Yo estoy aquí desde los 2 años _afirma, este chico ya tenia 10 años_ y me voy a ir yo sólito de aquí _afirma orgulloso.
- No podemos si no nos adoptan _niega el menor.
- Claro que si, cuando cumpla 12 años me van a llevar a otra casa, una solo para niños, y a las niñas de esa edad a otra casa solo para niñas, nadie quiere adoptar hijos tan grandes así que me quedare ahí hasta ser mayor de edad y me iré sólito, yo no necesito una familia _presume muy orgulloso de sus planes.
- ¿Michael sigues en la cama? _se vuelve a oír la voz de Micaela.
Y el rebelde chico, casi se cae de la cama por el susto.
- Jude, vete a desayunar, voy a tener una charla muy seria con este jovencito _indica la maestra.
- S-si... señorita _asiente antes de dirigirse al comedor.
Posiblemente en el futuro le parecería tonto, pero las palabras de un chico qué llevaba tanto tiempo en aquel lugar, perturbaron al pequeño castaño, comenzó a evaluar la situación a detalle, notando que las palabras de Michael no estaban ni un poco lejos de la verdad, el elegido mayor había sido Jhon, de 4 y Leticia de casi 2 años de edad, y recordó las palabras del primer día que estuvieron ahí.
"Deberías estar feliz, hay lugares en donde los niños y niñas son separados" y entendió a lo que se refería.
Los más grandes de la casa tenían 11 años, ninguno de 12 o más edad. Trago en seco ante la posibilidad de no ser adoptados, no soportaría ver a su hermana ser alejada de aquella forma, sin saber si algún día volverían a tener una familia de verdad.
Trató de que aquello no le afectará, pero no fue así, jugó con todo lo que tenía, quizás a algun postulante a adoptar le gustaría el fútbol y lo vería luciendose, verían a una estrella jugando en el horfanato, no permitió que Vivien se alejara un solo segundo del jardín, la niña mas bonita de la casa no pasaría desapercibida esta vez. Anotó un gol tras otro hasta que terminó el horario de visitas.
Cayó agotado sobre su cama y miró al techo, que le quedaba muy cerca, pensando en tantas cosas que no era capaz de concentrarse en ninguna.
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Dolor en la Sangre [Inazuma Eleven]
Fiksi PenggemarJude y Vivien, un par de pequeños hermanos, hijos de un joven matrimonio. Afrontarán con dolor la soledad que el destino les preparó.