Jude abrazó a su hermana hasta que se quedó dormida de tanto llorar, la acostó y arropó sobre su cama; bajo al primer piso, las manos le temblaron antes de estallar en llanto, las lágrimas que no salieron de sus ojos en tanto tiempo, se derramaron aquel día.
Ambos dormían tranquilamente, pero las desgracias en sus vidas no cesaban. Un fallo en los cables y una gotera en la cocina, en un segundo, la chispa creció al punto de convertirse en fuego y la casa se incenciaba rápidamente.
Jude fue el primero en sentir el olor del humo, sabía que tenía que actuar de inmediato, despertó bruscamente a su hermana, no le quedaba de otra, y la cubrió con una sábana para que no pasara frío cuando lograrán salir.
Los vecinos notaron el peligro y llamaron de inmediato al equipo de bomberos, estos llegaron rápidamente y ayudaron a los hermanos a salir por la ventana. Aquella imagen quedaría grabada en sus memorias para siempre, la casa parecía desaparecer mientras las llamas la consumían por completo.
Los niños no tenían familiares que estuvieran diapuestos a hacerce cargo de ellos, y al no conocer el paradero de sus padres, sólo quedaba una opción.
- Los vamos a llevar a un lugar mejor, donde no pasaran hambre, podrán estudiar y estarán bien cuidados _fue lo que dijo una oficial de policía, y no se separó de ellos en ningún momento.
Ya habían sufrido demasiado.
Ambos hermanos serían llevados a un horfanato de inmediato, ya no tenían nada que empacar.
Una vez en el lugar, les dieron una rica cena y ropa nueva. Se les permitió pasar la primera noche en una habitación compartida, a lo que estaban acostumbrados, pero eso no podría ser así por siempre.
- Aquí los niños y niñas duermen por separado, esta será tu cama _casi las mismas palabras, pero como ambos separados_ deberías estar feliz, por lo general los hermanos son enviados a lugares diferentes.
Estaban tan acostumbrados a cuidarse el uno al otro, a no necesitar de un adulto que velará por ellos que les costó tiempo entender las normas de aquel lugar.
Vivien lloró durante varias noches al saber que su hermano ya no dormiría con ella, no estaría ahí para abrazarla cuando los truenos la asustaran, pero prefería eso, a no volver a verlo.
Las cosas para ambos hermanos parecían mejorar, una semana después ya se habían adaptando muy bien a la rutina, las maestras del lugar cuidaban de todos los niños con tanto amor que hasta parecían sus verdaderas madres. Jude y Vivien no podían ser más felices.
- Mañana es la visita mensual del horfanato, las personas que quieran adoptar vendrán a verlos, así que todos, deben portarse muy bien, ¿entendido? _anuncio en la comida, la dulce Micaela, una de las maestras favoritas.
- Si, señorita Micaela _se oyó al unísono de todos.
°◇°◇°◇°◇°◇°
- ¿Usted cree que alguien nos adopte, señorita? _pregunta Vivien mientras camina de la mano de su hermano y una maestra, la que más cariños le había tomado al pequeño par de hermanos.
- Seguro que si, preciosa, ¿quien no querría tener en su familia a unos niños tan monos? _afirma con dulzura.
- ¿Entonces podremos irnos juntos? _pregunto Jude.
- Bueno, he sabido de familias que adoptan a más de un niño, pero temo que son pocas... pero todos son muy felices con el amor que le ofrece su nueva familia _afirma sonriendoles_ y ustedes no serán la excepción.
¿Como le explicas a un par de hermanos de 6 años que posiblemente serian separados al ser adoptados por familias diferentes? Era el trabajo más duro del mundo responder aquellas preguntas.
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Dolor en la Sangre [Inazuma Eleven]
FanficJude y Vivien, un par de pequeños hermanos, hijos de un joven matrimonio. Afrontarán con dolor la soledad que el destino les preparó.