Días después, la familia se encontraba instalada, casi al 100%, mientras el señor Rosellini trabajaba, ambas damas se encargaban de la difícil labor de elegir como decorar la nueva casa.
Pero ahora se venía la labor más complicada de todas.
- ¡Vivien, ya llegue! _anuncia la mujer, entrando con las bolsas del supermercado, mientras la niña se había dedicado a terminar de arreglar su habitación.
- Bienvenida a casa, mamá _saluda mientras sale a recibirla y de paso ayudarla con las bolsas.
Guardaron todo viendo que tenían tiempo de sobra para preparar la cena.
- Ya va siendo hora de que regreses a la escuela, no quisiera que pierdas el año _aconseja mientras toma su portátil.
Vivien se sentó a su lado y comenzaron la búsqueda.
- Primero busquemos referencias _indica mientras buscan las escuelas de la cuidad en Internet.
Las maravillas de la tecnología.
- Bueno, hay grandes reseñas de la Royal Academy _afirma asombrada_ Creo que las mensualidades son algo caras pero no tenemos problemas en pagarla _afirma con una sonrisa.
- Puede ser... pero queda bastante lejos, y sabes que detesto viajar en tren para regresar a casa _niega la menor, recordaba bien lo pesado que era aquel trasporte en horarios escolares.
Lo que Vivien no sabía, es que los alumnos de aquella institución nunca tenían la necesidad de pisar un tren, ¿para que? Si todos contaban con chófer privado.
- Bueno, pero queda como opción para visitas... sigamos con alguno que este cerca de aquí... Insituto Brain, Instituto Otaku, Instituto Farm, Instituto Kirkwood... _comenta mientras revisan uno por uno.
Por la noche ambas terminaban de lavar los trastes, en eso llegó el padre.
- Buenas noches _saluda mientras deja sus zapatos en la entrada.
- Casi se te olvida otra vez _comenta Vivien.
- Recuerda que tú caminabas descalza en casa de la abuela, jovencita _responde a modo de broma_ Deja que me acostumbre.
- Llegas tarde, querido, estaba preocupada _habla Beatrice.
- Lo siento, quise aprovechar que salí antes para ir a investigar algunas escuelas de la cuidad, Vivien debe empezar a más tardar la próxima semana para que no pierda la temporada de exámenes _habla mientras abre su portafolio.
- Exámenes... _vasila mientras finge desmayarse sobre el sofá.
- Parece que nos leímos la mente, nosotras tenemos una lista de Insitutos que le gustaron a Vivien _afirma mientras toma su ordenador para enseñarle las opciones.
- ¿Segura de que no prefieres una academia hija? Hay tres muy prestigiosas aquí _afirma el padre.
- Pensaba que la Royal Academy era la única en Inazuma _comenta mientras se sienta en medio de sus padres.
- Bueno, esa es la más conocida por ser la más grande, pero también están la Academia Polaris y la Academia Cambridge para niñas _habla mientras les enseña los folletos.
Al ver que su padre estaba más interesado en la escuela de niñas, sus ojos se abrieron como platos.
- ¿Papá, no crees que ya estuve demasiado tiempo en una escuela femenina? Me gustaría cambiar eso... ya sabes, tener más amigos _suplica juntando sus manos.
- Olvídalo, no te daré pie a que algún chico se te acerque para alejarte de nosotros _niega entre risas.
- Yo estoy de acuerdo, querido, Vivien es una señorita y no tiene nada de malo que socialice con chicos de su edad _anima la mujer.
La presión de sus dos amores fue suficiente para que no pudiera negarse.
- Esta bien, pero como me enteré que hay algún muchacho detrás de mi hija, convierto en tapete _afirma haciendo reír a su familia_ Entonces será la Royal o Polaris, ¿Cuál te gusta más, hija?
- No tiene que ser una academia, con lo que cuestan aquí mejor me voy de viaje por el mundo _responde negando.
- Venga, yo pagaré la escuela que tú quieras... igual nada perdemos con probar, agendemos citas en las escuelas que te gustan y ya tú decides en cuál te quedas _propone el adulto.
- Esa es una gran idea _afirma la esposa.
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Dolor en la Sangre [Inazuma Eleven]
Fiksi PenggemarJude y Vivien, un par de pequeños hermanos, hijos de un joven matrimonio. Afrontarán con dolor la soledad que el destino les preparó.