El que busca, encuentra, pero a la vez, hay que tener cuidado con lo que deseas.
Las vidas de lo hermanos estaba a punto de cambiar tan rápido, que no tendrían tiempo de darse cuenta.
Aquel día, todos disfrutaban de una mañana pacifica, un bello sol y juegos con sus maestras favoritas.
Pero el agudo ojo de Jude notó la llegada de dos extraños, sabía que eso significaba que alguien se iría.
Aprovecho que Vivien jugaba con sus amigas bajo un árbol y los siguió discretamente.
- Buenos días, señores Rosellini _saluda la directora, dejando entrar a la mencionada pareja.
- Buenos días _saludan al unísono.
- Supongo que si han regresado es por que... _habla la jefa del jugar, sonriendo a los evidentes adoptantes.
- Si, señora Stanley... queremos adoptar _asiente la mujer, tomando la mano de su marido.
Se encontraban emocionados pero a la vez muy nerviosos por aquella decisión.
- Me alegro mucho por ustedes, ¿saben a que niño desean adoptar? _pregunta amablemente..
- Bueno, es más bien una niña _responde el señor.
- De acuerdo, les gustaría pasar a conocerlas o... _propone para seguir el protocolo.
- No hace falta, la verdad, hay una preciosa niña en la que no puedo dejar de pensar desde ayer, es tal y como siempre soñé que sería mi hija _afirma la mujer, sorprendido a Jude, que escuchaba tras la puerta.
- Bueno, ellas son las niñas que están aquí _informa la mujer, mostrandole las fotografías de todas sus pequeñas.
- Es ella _dice señalando la foto_ se llama Vivien.
- Vivien... _lee el contrario, sonriéndole a su esposa.
- Me alegro mucho por ustedes, Vivien es una niña muy bien portada, obediente y tiene mucho amor para dar y recibir _afirma sacando los documentos de la niña_ Pero por políticas de la institución, es la pequeña quien tiene la última palabra, ella debe aceptar ser adoptada por ustedes antes de comenzar el papeleo.
- Entendemos perfectamente _asiente el hombre.
- Micaela, ¿podrías ir a buscar a Vivien? _indica la mujer a cargo.
- Seguro... _asiente sin muchas ganas de hacerlo_ posiblemente esta con su HERMANO, ya sabe que son inseparables _responde a modo de indirecta a los posibles padrastros_ Con permiso.
Micaela salió de la oficina, encontrándose con su compañera.
- ¿Y vienen por alguien?, dime que es por el revoltoso de Michael por favor _suplica al borde de acabar con su paciencia_ acaba de poner mostaza en los zapatos de tres niños.
- Me temo que no, vienen por Vivien... _informa, para ambas era como recibir un cubetazo de agua fría.
Le habían tomado tanto cariño a la pequeña que les dolería dejarla ir.
- No... _susurra antes de callar por un moemnto_ mejor que esperen sentados, no va a aceptar _afirma ladeando los labios.
- Lo sé, pero aunque duela, es la mejor opción para ella, Vivien sería la niña más grande que adopten en mucho tiempo _añade tras un pesado suspiro.
- Pierden el tiempo, ni siquiera querían dormir juntos cuando llegaron. Podrías convencer a los padres de que se los lleven a ambos _propone.
- No sabes como quiero hacerlo pero va contra las reglas, ni siquiera la directora puede intervenir en la decisión de los padres adoptivos, me despedirán si lo intento _niega sintiéndose frustrada.
- Bueno entonces es inútil, Vivien dirá que no en cuanto sepa que eso significa separarse de su hermano _afirma Liliana.
- Si lo vemos desde otro lado... Vivien merece una familia, al igual que todos aquí, no creo que vuelva a tener otra oportunidad, es muy raro que busquen a una niña de su edad _admite encogiendose de hombros.
- Bueno, también que es la más bonita del horfanato, seguro eso cautivó a esas personas _trata de bromear, pero no le resultó_ Si, ya se que quizás pasen muchos años hasta que venga alguien más a buscar un niño grande, casi siempre se llevan a los bebés o a lo más pequeños _admite antes de asentir a la situación.
- Voy a buscarla _dice Micaela antes de irse.
Jude entendió de inmediato la situación, tenía dos opciones muy claras, y le tocaba elegir actuar o callar.
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Dolor en la Sangre [Inazuma Eleven]
FanfictionJude y Vivien, un par de pequeños hermanos, hijos de un joven matrimonio. Afrontarán con dolor la soledad que el destino les preparó.