- ¿Es aquí? _pregunta la ojirosa.
- Exacto, el club de fútbol del Raimon _afirma el castaño.
- Muy... pintoresco _comenta ella.
- Si, es que no hemos tenido tiempo de limpiar _admite con una leve risa.
- Descuida, luego les hecho una mano _añade con una dulce expresión.
- Puedes usar este espacio _dice Silvia, señalando un casillero_ Ten tu llave.
- Gracias _responde tomándola.
- Listo, ahora si estas lista para presentarte al equipo _afirma Mark.
- Pero si podemos ir caminando _reclama cuando ve al castaño salir corriendo hacia el campo.
- Anda, una nueva compañera _comentan los chicos.
- Chicos, les presento a Vivien... Rose...Ro... _presenta Mark, finalizando en un leve tartamudeo.
- Rosellini, es un placer _añade ella, con una elegante reverencia.
- A las buenas _saluda Bobby.
- Que gusto _responde Nathan.
- He pensado que puede unirse al equipo _afirma Mark.
- Solo tenemos un ligero problema, Mark... no tengo ni idea del fútbol, digo, a parte de que se juega con un balón, claro. Y no se ofendan pero no tengo mucho interés en aprender a jugar, la verdad _admite, con una expresión tan adorable que era imposible no reír.
- En ese caso, siempre hay sitio en el grupo de gerentes, sirve que nos hechas una mano _habla Silvia.
- En el fondo es por que Nelly no sabe hacer nada _comenta Bobby.
- ¡¿Que has dicho?! _pregunta la nombrada.
- Pues vale, entonces lo tomo, me agrada la idea de ser gerente _interviene para frenar la pelea.
- Eres bienvenida... pero no se yo, Mark, no estamos en el mejor momento para meter más gente al club si no es seguro que podremos presentarnos al siguiente partido _interviene Nelly.
- Es verdad que mientras no tengamos entrenador, es como si el equipo estuviera disuelto _añade Willy.
- Bueno, el equipo entero tiene que buscar un entrenador _propone el portero_ No podemos permitir que nos dejen fuera del torneo, chicos, todos a buscar.
- Podría ser un entrenador del Instituto _habla Steven.
- Genia, esa es una buena idea _dice Jack.
- Que se lo pida Doña Nelly Raimon, no fue ella la que empezó todo esto, si ella tomó la decisión de despedir a Wentersea por su cuenta y riesgo, ahora tendría que asumir su responsabilidad _indica Kevin.
El 95% del equipo aplaudió la idea con entusiasmo.
- ¿Creen que con Wentersea todavía en el equipo, habríamos llegado a jugar el partido? _pregunta Nelly.
- Se podría decir que has sido un poco imprudente, hubiese sido mucho mejor retrasar el despido hasta que tuviésemos otro entrenador. ¿Verdad? _desafía Willy.
- ¡Basta, ya no sirve de nada hacer reproches! _regaña el capitán_ Ahora debemos esforzarnos para encontrar un entrenador.
- Pero eso no quiere decir que valga cualquiera, tiene que ser alguien que nos ayude a ganar _indica Nathan.
- Es verdad, tenemos que ser muy discretos _afirma Shearer.
- ¿Bueno y como vamos a encontrarlo?
Todos se callaron, nadie tenía ideas para solucionar el problema.
- Oye, Mark. El dueño del restaurante de fideos RAI RAI conocía a tu abuelo, no. Sabrá mucho de...
- Claro _añade el castaño.
En menos de 5 minutos, el equipo entero se encontraba frente a la barra del restaurante.
- Por favor, Jefe, sea nuestro nuevo entrenador _suplican al unísono, salvo por cierta rubia que no estaba muy enterada de la situación.
- Me están distrayendo _dice el adulto.
- Lo siento mucho, pero... una cosa, usted conocía a mi abuelo, verdad. Y sabía lo del cuaderno secreto, entonces usted tenía que saber muchísimo de fútbol, ¿no? _plantea el castaño.
- Y hasta es posible que haya jugado al fútbol con el abuelo de Mark, ¿verdad que sí? _dice Bobby.
- ¿Lo dices en serio? _consulta el capitán, con entusiasmo.
- El conocía lo del cuaderno secreto del Inazuma así que puede que haya formado parte del Inazuma Eleven _indica el peliazul.
- ¿Y se les ha olvidado todo lo demás que les dije en su momento? Creo que les dije que el Inazuma Eleven solo trae desgracias a todo el mundo, hace que sucedan cosas horribles _insiste el mayor.
- Pero con lo lejos que hemos llegado podríamos llegar al torneo nacional _añade Mark, terco como mula.
- Eh, chico _dice el mayoe_ O pides algo o te largas de mi local _indica seriamente.
- Vale pues entonces pediré algo, ¿contento?. Una de fideos _ordena mientras busca algo en su bolsillo.
- Una de fideos, marchando _afirma el adulto.
- El dinero me lo he dejado en la caseta del club _anuncia Mark tras buscar en su ropa y no hayar ni medio centavo.
- No te preocupes, he cerrado la caseta con llave así que nadie te lo quitara _dice Silvia.
- Es que ese no es el problema, jefe retiro lo de los fideos _habla antes de que fuera demasiado tarde.
No paso ni un instante hasta que el restaurantero se encargo de hechar a todos y cada uno de los jóvenes del lugar.
- Maldición _susurra Mark, cargando con el peso del equipo entero sobre el.
- Oigan, no me estoy enterando de nada, hace 15 minutos soy gerente de este club, y desde entonces lo único que he pillado es que este es un equipo de fútbol sin entrenador y que por ende no puede competir, luego hemos venido a pedirle a un cocinero que los entrene y nos ha terminado hechando de una patada... literalmente _habla Vivien.
- Pues es básicamente eso _dice Nathan, el único que junto a Axel, no formaba parte de la montaña humana.
- Igual esto tiene muchos cabos sueltos para mí, ¿donde esta su entrenador? Digo, entendí algo sobre qué fue despedido pero... ¿por que?
- Es una larga historia _dice Silvia.
- Y no me pienso mover de aquí hasta que cuenten _niega, cruzando una rodilla al igual que sus brazos.
- Por favor hazlo pronto, que me aplastan _suplica Mark.
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Dolor en la Sangre [Inazuma Eleven]
FanfictionJude y Vivien, un par de pequeños hermanos, hijos de un joven matrimonio. Afrontarán con dolor la soledad que el destino les preparó.