CONTIENE:
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-Contenidos explícitos +18.
-contenido soft.
-Violencia física.
-abuso sexual.
-Infidelidad.
-Diferencia de edad.
-traumas.
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Ser la hija de un duque era algo que muchas damas deseaban con desesperación, para ti era un infierno.
Habías hecho todo lo posible para que tus pretendientes cancelaran el matrimonio por su propia voluntad y así fue, gracias a tus sirvientes de confianza que te daban la información de los gustos y disgustos de aquellos jóvenes.
No lo hacías por qué tuvieras algo personal con ellos, solo era para salvar tu vida de vivir lo mismo que tú madre, dedicarte a bordar, cuidar el jardín, procrear hijos y aprender a ser una buena esposa no era lo tuyo.
Tu padre nuevamente había aceptado una propuesta de matrimonio de el hermano de Takeomi akashi, el también era un duque por lo que tú padre lo vio como una buena propuesta.
Esta vez harías la misma rutina de siempre pero con el paso de los días no recibías ninguna noticia y tus sirvientes nunca aparecieron.
–Nony, ¿ya han regresado Misuri y Loui? —miraste a la chica buscando una respuesta.
–aun no señora, también ya preguntaron en su vivienda y aún no aparecen, estoy muy preocupada por ellos... —solto tu cabello y lo comenzó a cepillar.
–que sucedió con ellos... —te preguntaste a ti misma. –tenemos solo un día para que aparezcan, si no tendré que improvisar.
Al día siguiente tendrías una cita con Haruchiyo, tu futuro prometido y tenías que improvisar para que se arrepintiera y cancelara el matrimonio, y al siguiente día de eso serías su acompañante en el baile que había organizado la emperatriz viuda en honor a su cumpleaños número 58.
Sabías que si aparecías en ese lugar con el sería lo peor que te podía ocurrir por qué entonces todos sabrían que ustedes son prometidos oficialmente.
Te colocaste tu camisón y te recostaste en tu cama para poder dormir por fin, lo te preocupabas demasiado ya que tenías una as bajo la manga.
Al día siguiente te levantaste muy sonriente ya que llevarías a cabo tu plan, por alguna razón la cita sería cuando el sol se oculte en un restaurante muy famoso en el centro de la ciudad, según los estereotipos a los hombres no les gusta que las mujeres muestren mucho sus atributos y que los vestidos sean muy pegados al cuerpo ya que las hace ver "vulgares".
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No te importo y te pusiste un vestidos que ninguna de las damas de la corta se atrevería a usar, saliste de tu casa muy feliz y subiste a tu carruaje, al llegar al lugar acordado tu robabas las miradas de todos a tu alrededor y eso te daba mucha seguridad, te encantaba ser el centro de atención, además eras muy conocida por tu gran belleza y las travesuras que le hacías a los jóvenes que pedían tu mano en matrimonio.
Subiste unas escaleras ya que el había reservado un lugar privado para que no hubiera nadie al rededor, tu sabías que la familia akashi eran personas muy sombrías y que se mantienen lejos del mundo social, te parecía interesante.
