CAPITULO 43

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Es casi ley, los amores eternos, son los más breves.

Mario Benedetti.

—¿Sabes cuál es tu problema?

—Dime

—Piensas demasiado, en verdad, nunca dejas de pensar... solo debes aprender a soltar ya, solo deja de analizar intenta vivir la vida como es.

Ella suspira

—Estas aburrida y lo sabes, no estarías aquí si algo no te faltara — dijo Luis.

—Arrogante.

—Yo te amaría como nadie podría lograr hacerlo — le dijo él —. Los demás solo aman la belleza de tu cuerpo, de tu rostro, pero yo, siempre he amado el potencial de tus heridas.

—Esta demente— le dijo ella.

—¿Quieres quedarte conmigo?

—¿Quedarme contigo?, de que hablas loco.

—Tu solo dime cuando me comporte como un completo arrogante y te diré cuando me irrites, que por cierto no lo haces, no la mayoría del tiempo por lo menos. Tengo solo dos segundos para ser honesto contigo y me sales con una de tus estupideces.

—Si creíste que buscaba un remplazo estas equivocado, el siempre será el, no quiero nada con nadie, estoy feliz sola, y si quieres que esta amistad siga, pues cambia, tu y yo solo seremos amigos y si no te basta, vete, que idiota, pensé que contándote todo ibas a comprender, consolarme, darme ánimos, pero solo buscas lo que todos.

—Calma pequeña Ross, no quiero alejarte de mí lado, mis comentarios fueron malos, sé que jamás seré competencia para Gabriel, pero, me refiero que la vida no acaba por terminar un amor, y es amor propio lo que hiciste, te apoyo, y si es para ti, en algún momento cuando estén mayores y el vuelve háganlo inténtenlo, viva el amor, pero no te vas a perder toda la vida esperándolo, es decir, no quiero que te pierdas lo bonito que ofrece la vida por estar perdida en él.

—No me gusta navidad ahora.

—Puede que no haya sido la mejor navidad Ross, pero no estan malo, ya vamos a iniciar un nuevo año, cambia ese pensamiento negativo, enfócate en crecer y demostrar a todos que eres capaz de lograr lo que te propones.

—La parte más difícil de una ruptura — dijo Ross —, por extraño que parezca, no es ese momento en el que se acaba todo. No. Ocurre tiempo despues. Quizás no mucho tiempo despues, pero solo al cabo de unos meses cuando intentas retomar tu vida, cuando quieres tomar lo que quedo de ti y no puedes juntar tus pedazos, porque se te desborda las lágrimas al notar que te faltan piezas. Las que él se llevó. Pero entonces, bastaría con que él volviera, tocara mi puerta para darle otra oportunidad. ¿Cómo es que vivo con eso? Quiero seguir esperándolo. Solo Dios ayuda con eso. Descubres cuanto lo amas cuando lo extrañas no solo por las noches sino, en las tardes cuando estas caminando observando el atardecer. Y piensas en lo bueno que era. Y en ese instante te das cuenta que él no está más, y tengo dos opciones, o te quitas todo ese amor a riesgo de salir lastimada, o decides que no puedes luchar, y lo buscas. Por eso, debo aceptarlo. Asi paso, el día que yo pase por eso lo grite con todas mis fuerzas, me miraba al espejo llorando, me dije: estoy rota pero no va durar mucho tiempo. Me sentí miserable, nadie me escuchaba, estaba sola, es jodidamente lamentable pasar por eso sola pero siempre debe suceder así.

Cuando acepte que por más que lo amaba no podíamos ser juntos, que no volvería a su lado, comencé a sentir menos el dolor, fue como dicen, vencer la despedida y la aceptación, lo hacía a mi ritmo, poco a poquito, ahora estar en descanso es un poco aburrido, no celebro haber vencido nada porque aún no termina nada. Siento que tengo tiempo para recuperarme.

EL DESO DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora