CAPITULO 62: QUINTA CITA

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—Creo que al final de todo tienes razón Abril, —dice Gabriel limpiando su pie lleno de arena mientras ella ríe por las cosquillas que le provoca—. Las historias de amor siempre tienen un final recurrente: todos mueren o se casan, en el caso del diario de Noa ambos mueren, en cartas a Julieta se casan, en la última carta de amor igual, el orgullo y prejuicio se casan como en persuasión, pero no son todos iguales.

—Y algunos tienen hasta nietos como en el diario de noa para confirmar ese amor. Y los que mueren siempre dejan un mensaje.

—Me pregunto ¿Cuál será nuestro final?, si yo prefiero ver documentales de cocina exótica.

—Ojalá todas las historias pudieran explicar lo que realmente necesita saber la gente.

—No entiendo, ¿acaso orgullo y prejuicio no fue lo suficiente claro?, a pesar de las diferencias se quedaron juntos, fue claro para mí.

—No tonto, hablo de que el amor no se aprende. Se vive. Se trata de un aprendiz constante, disfrutar, reír, incluso disfrutar de las lágrimas, es no aceptar que la comida de tu pareja no es lo suficientemente buena y debes ser honesto.

—Y cuando uno desea el beso...

—Exacto —dice ella—. No solo es una solución o un escape, tiene que ver con él deseo, el deseo de amar.

—Te conté mis pecados, te hice conocer mis demonios, y sigues aquí, de verdad me amas.

—Te deseo Abril.

—Pero eso no deberías decirlo, deberías pasar a la acci...

Y la beso, tomo su mejilla, y la condujo a su boca, demandante de deseo, ella siguió el beso, cuando el bajo su mano a su cintura, ella lo dejo.

—¿Cuánto falta tu boda? — pregunto, aunque lo sabía.

—Es este diez de julio, lo lamento.

—Puedes engañarme a mí, pero no lo hagas a ti Abril.

EL DESO DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora