CAPITULO 41

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-¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!
Y un poco más tarde añadiste:
-¿Sabes? Cuando uno está verdaderamente triste le gusta ver las puestas de sol.
-El día que la viste cuarenta y tres veces estabas muy triste ¿verdad?
Y principito no respondió.

EL PRINCIPITO.

—Y amo estar equivocada al igual que tu — dijo Abril—. Es como ver el mundo desde otro ángulo; no tienes problemas con omitir o mentir. Yo soy así. Algún dia voy a enamorarme de un hombre, me gustara tanto que llorare, sufriré el dia que se vaya y seguramente llorare, exageradamente en silencio. El punto es que durante un tiempo me encerrare en mi cuarto, pensando en la toda la noche, creyendo que él me olvido, pero con el tiempo, encontrare otros brazos, que me sostendrán, me voy a reír mucho con él, y me olvidare del luto que pase. Pero al final siempre debo dar explicaciones, a mí misma.

—¿A qué viene todo eso Ross? —pregunta Cooper.

—Tengo novio, estamos desde septiembre, créeme que te lo iba decir, pero estabas tan mal por tu ruptura con Samanta que no quería presumir mi felicidad, no sabes, Gabriel es bueno, muy noble, es todo lo que espere y más, lo amo demasiado, discúlpame por no habértelo dicho antes — le conto Abril a Luis.

—Tranquila pequeña, estoy realmente feliz por tu felicidad, pudiste decírmelo, ya sabes que, si a ti te hace bien a mí también, te quiero.

—Gracias por comprender Cuki, yo también te quiero.

—Lo de "Cuki" aun no me acostumbro suena muy cursi, pero si me lo dices tú, puedo hacer el sacrificio.

—Realmente estoy feliz.

—Y si el rompe tu corazón como lo hacen los buenos amantes, yo estare contigo, para secarte esas lágrimas y sanarte de ese mal de amores.

En casa de Gabriel las cosas iban mal, su madre había encontrado cada carta que se mandaban, sus mensajes, las fotos es su portátil, no puede evitar sentirse culpable, por otro lado, su madre, se sentía derrotada, engañada, y muy enojada con su hijo por mentirle durante meses, y más aún detestaba la imagen de Abril y todo lo que era.

—No entiendo en que momento falle como madre, en que momento me equivoque y te descuide, como has podido hacerme esto Gabriel, tantos años de cuidado tirados a la basura por alguien como ella —decía su madre. —Estoy decepcionada de ti Gabriel.

—¿Alguien como ella? — pregunta Gabriel—. Dime mamá como es ella, que la hace ser tan imperfecta para ti, tan despreciable como para poder decir que no se merece alguien como yo.

—Que no la has visto, o no sabes de donde proviene, o sus creencias, mira, no puedes decir amarla, aún son jóvenes, y dios sabe que cosas más han hecho estando juntos, primero, no vive con sus padres, tu sabes qué clase de mentalidad debe vivir o como es su moral, para variar su madre, es una cualquiera, que clase de hija puede venir de esa crianza, solo te harás daño, tu que eres criado por buenos padres que viven juntos, con ella solo estas condenada a una vida erronea, claro todo lo tenían planeado, los viajes, los paseos, ahora todo tiene sentido Gabriel, todo este tiempo me has engañado, sabes más que todos que odio que me mientan, quiero que acabe todo con ella, no quiero que esto siga, olvídate de ella.

—No puedes pedirme eso, soy muy grande para eso madre.

—Sabes lo que pasara cuando la familia se entere de esto.

—No pueden.

—Yo me encargare de eso Gabriel, sabes lo que pasara si no dejas a esa señorita, y si tanto dices ser un chico grande, pues espera que cumplas 18 agarras todo lo que traes encima, te vas de mí casa, olvídate de toda tu familia.

EL DESO DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora