CAPITULO 29

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Llego el día de inicio de clases. Todos estaban en el salón riendo y jugando, poniéndose al día de lo que paso a todos en esos dos años, todos estaban más guapos de lo normal. En la primera fija, estaban vacíos dos carpetas. En salón estaban sentados juntos Vastián y Gabriel.

—Yo creo que no vendrá hoy, quizás mañana amigo.

De pronto, aparece Abril con el uniforme que le quedaba bien, todo lo que se ponía le quedaba bien, observo a su alrededor e ignoro a Gabriel, y procedió a sentarse en los lugares de adelante que estaban vacíos. Detrás de ella estaba su compañera Alejandra, al parecer esos dos años le quedaron de maravilla, había crecido, pero seguía delgada pero muy guapa con el cabello corto rubio, ojos marrones claros adorables.

—¿Puedo sentarme? — le pregunta a Abril.

—Claro Ale siéntate.

Detrás de ellas estaban Vastián y Gabriel, cuando se sentó en aquel lugar, ella se sintió muy mal, cada recuerdo del pasado empezó atormentarla, las palabras en su mente resonaban, de aquel día que Gabriel le dijo que no le dirigiese la palabra, mucho menos la mirada si lo viera, pero como iba poder hacerlo si ahora serían compañeros de clase. Ella creía que era realmente fuerte, pero todo estaba derrumbándose sin tocarse.

Todos en aquel salón sabían que Gabriel y Abril estaban pegadísimos uno del otro, les parecía raro que despues de años no puedan ahora ni mirarse, era muy raro para todos, pero nadie preguntaba nada. Pasaron semanas soportándose mutuamente hasta que empezaron hacer trabajos grupales, aun así, no se dirigían la palabra.

—Confía en mí, no diré nada, pero quiero entender todo esto, todos los días te veo retorcerte de celos en tu asiento cuando alguna se le insinúa a Gabriel, cuando lo escuchas hablar ruedas los ojos, ignoras su presencia, eso es raro comprado que con todos los demás eres amable, considerando que la mayoría sabemos su historia, siempre han sido amigos y se han gustado, ahora ni una sola mirada pueden dedicarse.

Abril decide contarle todo en cuanto a su relación fallida, le cuenta como esta con su familia, ciertos puntos, le confiesa como se siente al tenerlo cerca y no poder abrazarlo.

—Después de él construiste una barrera para protegerte del amor como si fuera una debilidad cuando en realidad es la mejor fortaleza que tienes. Y tú lo mereces, mereces un amor bonito, no aquel tipo que solo te está lastimando, tranquila Abril, en mi puedes encontrar una amiga, tratare de hacer tus días más bonitos.

EL DESO DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora