CAPITULO 61: CUARTA CITA

6 0 0
                                    

—Tienes tantas oportunidades de ser aún más feliz con alguien nuevo — dijo ella —¿Por qué quieres quedarte conmigo?, ¿es un capricho tuyo?, llevarles la contra a tus padres, busca algo mejor, no el desorden, una vida tranquila, con alguien buena, no puedo ser yo.

—Te lo repetiré las veces que sean necesarias, mientras que nadie cree un hechizo mágico como en los cuentos de hadas que asegure la mujer perfecta, yo voy a seguir amándote a ti y tus errores, desde un principio lo hice, lo haré hasta el final.

—Y si ese hechizo aparece, ¿dejarías a este caos?

—Si existiera, todo ser humano seria infeliz.

—¿Qué te hace creer eso?

—¿para qué amar a alguien que no tiene imperfecciones, donde queda lo divertido?

—Entiendo, entonces, seguirás aquí.

—¿En qué momento te hice pensar que me marcharía?

—Es bueno recordarlo — dijo ella.

—Pero, realmente ¿oímos lo que necesitamos?, dicen que si no estamos convencidos de algo es porque tenemos miedo a aceptarlo. Tienes miedo Abril.

—Muchos les gusta leer, te lo digo porque por años fui parte de aquel sistema, hablo de aquellos que se llenan de sabiduría leyendo, esforzando algunos en encontrar la respuesta al amor, como yo, y me he dado cuenta que es todo lo que buscan, y al mismo tiempo lo tiran, estamos ansiosos de ser amados, pero según lo que nosotros queremos, en nuestra búsqueda del amor nos volvemos ciegos.

—Buscan la perfección cuando ellos no son ni un poquito de lo que buscan, ese es su error, entonces solo llegan seres más imperfectos.

—He dejado tantas cosas atrás, si tan solo hubieras visto contra lo que luche, talvez comprenderías que no es fácil para mí.

—Por eso tengo paciencia.

—Siempre has tenido mucha más paciencia que todos los que conozco Gabriel.

—Creo que, si me hubiese quedado contigo, no hubieses desarrollado aquello que hace quien eres, y eso no te convierte en un experimento, te hace real.

—Soy real, siempre he sido sincera contigo, yo siempre te he querido, incluso en el pasado, te hable con verdad, supongo que ese también fue un error, eso me impide quererte como esperas.

—Una de las cosas que me atrajo, fue tu sinceridad, cuando entre a tu casa, ¿recuerdas? Hace unos meses, no sentí nada de lo que ahora siento, eres realmente la Abril que conocí, aunque doliera, aunque quemara, era sincera, lo me malinterpretes, porque justo ahora la veo a los ojos.

—¿Te gusta Paris?

—Sí, ahora entiendo porque vives aquí, supongo que fue difícil al principio.

—Mucho, dejar a mi familia, enterrar sus fantasmas, vine aquí hace años, huyendo de las miradas, de los insultos, solo mis abuelos, mi madre y mi tia Camila creyeron en mi con la violación, fue horrible, fueron tres sujetos, dijeron que lo hice por dinero, que era mentirosa, con el tiempo se comprobó que dije la verdad, se hizo justicia, Francia me curo, no me señalaron, supieron mi pasado en el trabajo, no sintieron pena, ellos sintieron compasión, me trataron bien, hay una gran diferencia, no me veían como una mártir, ellos me miraron como una guerra, y eso me ayudo bastante, hice muchos conocidos, me sirvió para llegar al lugar donde estoy ahora, luego volví a casa, perdone a mi familia, ayude a mi familia, y también los sepulte, voy a visitar cada que puedo, mi abuelo y Camila, junto mis primos administran el legado de mi abuelita, debiste ver su rostro cuando abrió su pastelería, era la más feliz, vivo una vida tranquila, no me han robado, nadie me hace daño aquí, trabajo, disfruto mi dinero, tengo un novio que me quiere, ¿Qué más puedo pedir? Creí verte muchas veces cuando visitaba Madrid, producto de mi imaginación supongo, ¿quieres vino?

EL DESO DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora