Capítulo 1

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Stiles Stilinski era un joven de 17 años que estudiaba en el Instituto de Beacon Hills, le apasionaba la literatura y el amor no formaba parte de su vida, tenía amigos como cualquier chico de su edad y también pasaba la mayoría de su tiempo en estudiar en la biblioteca, era uno de sus pasatiempos favoritos el sentarse al fondo de entre tantos libros mientras se colocaba sus lentes de pasta y pasaba delicadamente una de las paginas al término de la lectura de cada una, le encantaba el silencio que ese lugar le brindaba.

Un extraño día mientras como era costumbre acudía a la biblioteca se encontró a un chico que no se miraba más que un poco más grande que el sentado en el lugar que él solía tomar para su lectura diaria, se acercó con determinación ya que ese lugar era especial para él y no había un lugar más cómodo y apartado de la multitud que ese.

- Disculpa ese es mi lugar - dice el menor ya delante de el chico quien tenía un libro de la revolución francesa en sus manos.

- ¿Si?, no había notado que tenía tu nombre escrito - responde sin mirarlo.

- Pues no literalmente, pero si, ese es mi lugar y estas sentado en el - contesta levantando un poco la voz causando que la chica de recepción le llamara la atención para que guardara silencio.

El mayor deja al fin el libro sobre la mesa delante de el para mirarlo por primera vez, no era más que un chico más bajo y de menor complexión que él, su piel era visiblemente tersa y de un color bastante pálido para su gusto, labios color rosados he hinchados por la evidente manía de morderlos ya que en ese momento lo hacía mientras lo observaba con esos ojos color avellana.

- Mira la verdad no estoy de humor para discutir con críos como tu así que, ¿Porque no te buscas otro lugar y me dejas en paz? - retoma la lectura de su libro, pero el menor coloca su mano encima de este y lo baja de nuevo a la mesa.

- Yo tampoco quiero discutir con personas prepotentes como tu pero aquí estoy, así que si no te molesta iré a tomar un libro de la estantería y cuando regrese en verdad espero no encontrarte aquí - se gira y se dirige a la estantería de libros más antiguos de la biblioteca, se toma varios minutos a decir verdad ya que la mayoría de los libros los había leído ya y no encontraba algo bueno.

El mayor se había quedado mirando como ese chico se retiraba sin dedicarle una sola mirada más, le había sorprendido que le hablara de esa manera, jamás en lo que recordaba alguien le había hablado de esa manera, ni siquiera su familia, el siempre solía tener lo que quería, si veía un lindo juguete con el que su hermana jugaba, lo tenía, pero ahora no sabía exactamente que quería, si ir y romperle la cara por haberle hablado de esa manera o simplemente quedarse en donde estaba para ver su próxima reacción, obviamente opto por la segunda opción ya que en la primera no se divertiría tanto como con la segunda, así que permaneció quieto continuando con la lectura aguardando a que ese chico regresara de nuevo.

Tomo al fin un libro y retomo su camino hacia su lugar llevándose la sorpresa de que aquel chico aún permanecía ahí, molesto dejo caer el libro sobre la mesa para llamar su atención.

- ¿Creí haberte dicho que ese lugar era mío?

- Y yo haberte dicho que no veía tu nombre escrito en el - sonríe con superioridad.

- ¿Quieres fastidiarme?, porque déjame decirte que lo has logrado.

- Es entretenido verte pelear por un insignificante lugar habiendo tantos lugares vacíos aquí - gira su cabeza para mirar al rededor y confirmar sus palabras.

- No es algo que te incumba, así que por favor busca otro lugar para leer, ¿Quieres?

- ¿Cuál es tu nombre? - pregunta al menor desconcertándolo.

- ¿Que? - totalmente incrédulo.

- ¿Que cual es tu nombre? - vuelve a preguntar.

- No te diré mi nombre - responde.

- ¿Y por qué no?

- Porque no te conozco y sinceramente no me agradas.

- Pues yo diría que ya nos conocemos.

- Pues yo diría que no.

- Te encanta contradecir a las personas ¿no es así?

- Solo a las que me fastidian como tú - cruzándose de brazos.

El mayor esboza una sonrisa y se pone de pie para acercarse al chico.

- Me llamo Derek Hale - le da un casto beso rápido en los labios para después tomar sus cosas y salir de la biblioteca, jamás entenderá que fue lo que lo llevo a hacer eso, pero solo estaba seguro de que jamás se arrepentiría de haberlo hecho.

Pues era el inicio de todo.

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