Capítulo 22

1.4K 177 10
                                        

Su mirada parecía la de un pequeño ciervo asustado a mitad de la carretera, sin camino fijo, sin hogar, sin nadie que le pudiera tender una mano para ayudarlo, perdido.

Y realmente era como se sentía cuando el de ojos verdes lo tenía cerca, perdido y con temor de dejarse llevar por sus sentimientos y sucumbir en un intenso dolor del que no podría recomponerse, no con el acechando a cada esquina incapaz de alejarse.

- Te amo - una pequeña lagrima escurrió de su mejilla manchando el suelo con la verdad - Realmente no quería dejarte - lo demás solo salió con facilidad - Ese día en el restaurante, tu tío llego en la mañana - el rostro del otro de inmediato se contrajo ante la mención de su tío - Me pidió que ...

¿Realmente lo harás?, ¿Realmente le dirás? - su mente le debatió.

- ¿Que? - pregunto el otro - ¡Por dios Stiles ¿Que te dijo?! - desesperado completamente.

- Que te dejara para que tú te casaras con Jennifer - agacho su mirada apenado, confuso y con su corazón sin intenciones de detenerse.

El de ojos verdes sonrió con sarcasmo, claro que había tenido que ser el, ¿Cómo pudo ser tan estúpido?, jamás le agrado la noticia y que ahora actuara con tanta naturalidad y sin desesperación de que se casara con Jennifer era algo ya bastante extraño.

- Lo sabía - susurro para sí mismo - Sabia que no se iba a quedar de brazos cruzados y aun así lo deje pasar - dio un par de vueltas en su lugar, tratando de calmarse, de no explotar en aquella oficina y destrozar lo primero que tuviera en frente.

- Derek ... cálmate - pidió al verlo de esa manera, como un animal enjaulado buscando una salida - Eso ya paso ...

- ¿Ya paso? - se detuvo a responder - ¿Que paso Stiles?, te hizo hacer que me dejaras, ¿Tienes idea de lo que sentí cuando eso sucedió? - "seguramente igual que yo, destrozado" - Ahora mismo solo quiero destrozarle la cara sin piedad - exclamo con su mandíbula contraída de enojo.

- Pero no tiene mucho sentido cuando ahora estas aquí - le sonrió, pero no era una cualquiera, una de consuelo, de que entendía a la perfección lo que sentía, jamás se sintió de esa manera con nadie, ni siquiera con Paige.

Relajo la espalda y respiro hondo llenándose de ese perfume del castaño que tanto le encantaba, acorto la distancia y tomo su mejilla con una extrema delicadeza.

- No tienes idea de lo que estuve esperando para esto - dijo frente a sus ojos, unos que brillaban con cada palabra que sus labios decían con esa seriedad que lo caracterizaba cuando se trataba de sus sentimientos - El tiempo que me tome de recordar cada momento, cada beso - sonrió de lado al pensar de nuevo en ello - Que ahora que te tengo delante me cuesta creer que es real.

- Lo es - contesto - Es real - llevo sus manos alrededor de su cuello un poco más relajado.

- Si así fuera me hubieras besado ya - dijo deseoso de que sucediera, pero no quería aprovecharse de su confesión y confundir las cosas.

No se dignó en responderle, alzo una ceja y se inclinó un poco para rosar sus labios, un pequeño beso de mariposa fue lo que sintió, tan suave y a la vez destructivo por esa sensación que comenzaba a recorrerlo, era una locura, ¿Cómo se puede volar y perderse a sí mismo con solo una caricia?

Lo tomo de la cadera ligeramente para acercarlo más a su cuerpo en busca de más contacto, el beso se intensifico conforme el calor emanado entre ambos se elevaba, sus mejillas ahora rojizas y el choque que se escuchaba de sus labios besarse fue lo único que llegaba a sus oídos, aquella habitación solo era la testigo de aquel intenso amor que se formaba a su alrededor.

Lo empujo a paso lento hacia el escritorio, dejando que sus manos lo afianzaran firmemente de sus caderas sin atreverse a apartarlo ni un milímetro.

Era tan desquiciante como su pantalón comenzó a apretar en su entrepierna con solo ese beso.

- Rayos - dijo el de ojos verdes entre sus labios, incapaz de separarse, no queriendo romper con esa sensación de necesidad que comenzaba a formarse en cada parte de su cuerpo.

Se recargo con el sonido del escritorio moverse ligeramente a su espalda, llevo sus manos a su pecho sintiendo ese ejercicio que realizaba a cada mañana y que evidentemente se notaba en todo su torso marcado a través de su camisa de vestir.

Se apartó solo un poco de su rostro para ver esa mirada que comenzaba a matarlo lentamente, sus labios rojos he hinchados y un palpable sudor en su frente junto a su pelo que caía de una manera descuidada sobre esta, ¡Dios que era desesperante el no poder controlarse!

No necesito más que se relamiera los labios por ausencia de sus labios en los suyos para romper de nuevo con ese estorboso espacio entre ellos, el de ojos verdes lo tomo de los muslos y lo sentó sobre el escritorio mientras bajaba sus besos a su cuello en un camino que recordaba a la perfección, ¿Cuándo fue la última vez que lo probo?, claro en su recamara, por aquel entonces solo fue un pequeño roce, y con eso solo basto para sacar todo lo que tenía dentro en una fracción de segundo.

Lo mismo que sucedía ahora, acaricio lo más que pudo su espalda y parte de sus piernas mientras se dejaba empujar frotándose con ese cuerpo, dejo su cuello en paz y se dirigió esta vez de nuevo a sus labios de una manera desesperada, deseosa de beberse sus gemidos cuando comenzó a frotarse cada vez más descaradamente contra su miembro palpitante que pedía a gritos dejarse llevar por lo que sentía, el deseo, la lujuria que aunque supiera que estaba mal no le importaba, deseaba aquello, deseaba tanto tocarlo, besarlo que lo demás dejo de importarle.

- Te deseo tanto Stiles - susurro contra sus labios separándolo del escritorio y montarlo entre sus brazos - No tienes idea de cuánto - exclamo devorándolo una vez más, un lobo hambriento de su presa que estaba a su merced.

Stiles solo no dijo nada pues al igual su pantalón asfixiaba.

Y como si de un deja vu se tratará comenzó a mecerse de arriba abajo sosteniendo su nuca y besándolo al mismo tiempo.

- ¡Dios Derek! - dijo separándose un poco sintiendo como esa corriente lo recorría placentera mente todo su cuerpo, sus piernas comenzaron a temblar y se sostuvo con fuerza de su cuello enterrando su rostro entre su hombro y este.

Derek solo lo apretó más contra él, abrazo su cintura y lo empujo con más fuerza, en solo dos estocadas más dejo que su cabeza se inclinara hacia atrás cubierto de sudor y con un estruendoso gemido de sus labios anunciándole el placentero orgasmo que había tenido junto al chico en sus brazos.

Inclino su cabeza de nuevo al frente recibiendo la mirada enternecida del castaño, recargo su frente a la del chico aun sin apartarlo o bajarlo de su cuerpo, esta vez había sido diferente.

- Cásate conmigo - pidió con sus ojos cerrados, dejándose llevar por esa sensación de paz que el chico le causaba.

Escucho como el otro sonrió en su regazo, ese pequeño suspiro de placer al escuchar sus palabras fue lo que hizo que abriera sus ojos y lo divisara de esa manera, con los rayos a su espalda y esa mirada cristalina acompañada de ese sonrojo en sus mejillas.

- Mil veces - contesto robándole una sonrisa más a su rostro que hasta hace solo unos días no mostraba.

Lo beso suavemente mientras lo demás definitivamente ya no importaba.

Is This Love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora