Capítulo 18

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Su teléfono sonó una y otra vez, el sonido de la telefonía resonó en su bolsillo del pantalón, pero él se negaba en contestar pues sabía quién era.

- ¿No vas a contestar? - pregunto Danny al verlo tomar el celular una vez más.

- No - respondió guardándolo.

- ¿Paso algo malo? - se interesó.

No quería que más gente se involucrara, no era bueno.

- Solo ... discutimos, es todo - mintió.

Un tono más y apago el teléfono, lo que resto de la mañana solo pudo en pensar en aquella visita, la verdad de sus palabras y lo que pasaría se seguía adelante.

Atendió a los últimos clientes antes de cerrar, solo restaban dos, miro su reloj y la hora de clases estaba por iniciar.

- Me tengo que ir Danny, Scott no tarda en llegar a cubrirme, tengo examen - sonrió falsamente.

- De acuerdo, nos vemos - se despidió mientras cobraba a uno de los últimos clientes, dejo su delantal colgado y tomo su mochila, se dirigió a la salida y justo al abrirla choco contra un cuerpo, su vista solo se dirigió del suelo donde había estado esos últimos segundos hasta ver a la persona que estaba frente a él.

Derek.

Su mirada enfurecida, portaba un elegante traje color negro, camisa blanca desabotonada y la corbata la sostenía de su mano derecha.

- ¿Qué haces aquí? - pregunto disgustado el castaño pasando de el hasta salir del local.

Lo siguió de mala manera.

- ¿Porque apagaste tu teléfono y no contestaste mis llamadas? - pregunto de golpe, no estaba dispuesto a esperar más.

- Ah ... yo ... - ¿Le diría?

- Vamos, dime - se notaba su desesperación - Vine en cuanto apagaste tu teléfono.

- ¿Dejaste la oficina para venir? - incrédulo.

- Claro que sí, eres más importante que el trabajo - lo dijo con tanta tranquilidad, tanta seriedad y tan normal que en ese momento comprendió lo que debía de hacer.

- Escucha Derek - trago estruendosamente mientras se acomodaba su mochila - No creo que sea buena idea el casarnos ...

- ¡¿Que?! - levanto su voz antes de que siquiera terminara - ¿Estas bromeando verdad?

- No - sus nervios lo comían por dentro - Tu ... tienes tus deberes, cosas importantes que hacer y yo ... bueno entre la escuela y el trabajo no creo que vaya a funcionar.

"Pero ¿qué haces Stiles?" - le dijo su subconsciente.

- Stiles ... - trato de sostenerlo, de no apartarlo, pero se lo impidió.

- No - negó - Es lo mejor.

- ¿Lo mejor?, ¿De verdad?, deje todo por ti, y créeme que lo volvería a hacer porque te amo Stiles y que me vengas con esas tonterías de psicología no me las creo, dime lo que sucede - exigió.

- No estoy seguro de amarte como tú a mí - sus palabras lucharon por permanecer en la oscuridad de su garganta, pero de alguna manera salieron con naturalidad.

Su rostro se tornó sombrío, era como si algún cristal se hubiese roto en ese momento y desviara su atención por completo.

Era como ver al antiguo Derek de antes.

- Ya veo - contesto simplemente mientras empuñaba con mayor fuerza su corbata.

- Lo siento - se disculpó mientras le entregaba el anillo que días atrás le había regalado.

No se despidió, lo dejo ahí, parado, con su corazón marchito por su propia culpa, con todo terminado aún sin que comenzara o pudiera disfrutar.

Pero no iba a permitir que Derek arruinara su vida por él.

Tal como se esperaba, días después los medios anunciaron la boda de Jennifer y Derek, el periódico, la radio y de vez en cuando la televisión.

Lo supuso cuando las llamadas de Derek se detuvieron luego del quinto día, era oficial, Derek ya no formaba mas parte en su vida.

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