Is This Love?

Capítulo 3

La biblioteca era un lugar tranquilo al cual ir y estudiar, donde pasar el tiempo, pero era más para el castaño, era un lugar que guardaba muchos recuerdos, todos de su madre, Claudia Stilinski era el retrato de una madre ejemplar, acompañaba al menor a su escuela, jugaba con el mientras estaban en el parque, comían un helado todas las tardes antes de volver a casa, pero lo que más la hacía especial era cuando lo llevaba a la biblioteca y lo dejaba tomar cualquier libro que deseaba tener, siempre tomaban asiento en la mesa del rincón, una que se encontraba apartada de todos pero que a la vez estaba junto a una enorme ventana que dejaba ver el exterior, pasaban horas leyendo, su madre solía seguirle la lectura y explicarle las palabras que aún no lograba comprender.

Todo era perfecto mientras tenía a su madre, pero años después le detectaron cáncer y todo había cambiado en la familia, Claudia cada vez estaba más alejada del menor, su padre pasaba a recogerlo después de clases para después llevarlo a casa de su mejor amigo, Scott McCall, pasaban horas jugando vídeo juegos o cualquier otra cosa, eso lo distraía de la ausencia de su madre, pero siempre al regresar a casa durante la noche era ver a su madre toser sin control en cama y su padre cuidándola.

Una noche se paró junto a la puerta de la habitación de sus padres y observo a su padre inclinando a su madre para darle un vaso de agua, esta se acomodó y lo observo con la misma sonrisa de siempre, asintió con su cabeza y señalo el lado de su cama, el castaño obedeció rápidamente y se acercó a ella, su madre acaricio su mejilla y le sonrió con dulzura.

- ¿Qué pasa cariño? - le dice su madre.

- ¿Qué te pasa mami? - queriendo llorar - ¿Porque ya no quieres jugar conmigo?

- Claro que quiero jugar contigo cielo, solo que ahora mami tiene una gripe y necesita mucho reposo para reponerse - le revuelve un poco el pelo mientras el pequeño la abraza.

- ¿Cuándo te mejores podemos ir a la biblioteca?

- Claro que si mi amor, ¿cuál libro leerás ahora?

El pequeño se levanta y responde alegre - ¡El principito, Scott dice que es genial, él ya lo leyó y yo también quiero hacerlo!

- Pues esta dicho, iremos a que lo leas - lo acerca y le da un beso en la frente, el pequeño se acurruca entre sus brazos y se queda dormido.

- Te amo Stiles - le dice su madre mientras lo abraza más fuerte - Nunca lo olvides, estaré contigo siempre no importa donde estés, te cuidare y te amare siempre - una pequeña lagrima sale de sus ojos.

- Yo también te amo mami, también te cuidare, no dejare que nada malo te pase lo prometo.

Esa noche el castaño durmió entre sus brazos, los días restantes todo empeoro, su padre ya no dejaba ver a su madre, la mayoría del tiempo lo pasaba con su mejor amigo Scott en su casa, cuando un día su padre paso temprano por él, solo escucho a la señora McCall decirle a su padre un lo lamento.

Su padre lo vio y se acercó, lo tomo de los hombros y las lágrimas corrieron por su rostro, sus ojos rojizos por tanto llanto que seguramente había tenido momentos antes, se aclaró la garganta y se tranquilizó.

- Stiles, te amo mucho hijo, lo que te voy a decir es algo muy difícil y quiero que lo comprendas, solo te puedo decir que tu madre te amaba más que nada en este mundo, eras su regalo más sagrado como lo eres para mí - el pequeño lo miraba sin comprender que pasaba, la señora McCall lloraba descontrolada en la parte de atrás tratando de controlarse, pero fallando en el intento - Pero tu madre no podrá estar nunca más con nosotros, ella se fue de aquí.

- ¿Y cuándo regresara?, ¿Será pronto? - menciono con inocencia.

- Cariño, tu madre estará en el cielo mirándonos, cuidándonos, Stiles...tu madre...ha fallecido y ha ido a unas vacaciones muy largas en el cielo.

- Pero....pero - las lágrimas comenzaban a salir - Ella me dijo que iríamos a la biblioteca a leer el libro del principito, me dijo que iríamos juntos, no se puede ir - las lágrimas caían más y más rápido, sus mejillas se enrojecían y su voz se entrecortaba - ¡¿Porque?, mami no nos puede dejar solos, mami me dijo que estaría conmigo siempre, ¿Porque?! - su padre lo abraza y este se aferra a él sin dejar de llorar, el dolor que ambos sentían era indescriptible, ya nada sería como solía ser.

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Hacía días que no se acercaba a la biblioteca, no quería encontrarse con ese chico, aun no superaba el hecho de haber sido besado por él, jamás se lo habría esperado, pero los recuerdos de su madre lo abrumaban y no podía evitar desear sentirse aunque sea un poco cerca de ella, así que después de varios días más decidió ir de nueva cuenta, al entrar todo era como solía ser, la recepcionista en el mostrador con la misma cara de molestia, todos concentrados en sus labores, así que se dirigió a su lugar y para su sorpresa el chico no estaba, aliviado tomo asiento y saco varios libros de su mochila para estudiar, los minutos pasaban y las personas disminuían, cuando estaba dispuesto a retirarse el mismo chico se acercó a él y se sentó en la parte de enfrente.

- ¿Tú de nuevo? - dice el castaño.

- Yo...lo siento de verdad, no quise ... no quise incomodarte ese día, veras yo ... no sé lo que paso yo ...

- No, si sabes lo que paso, y lo que quiero saber es porque lo hiciste, si esta es una manera de burlarte de mí créeme que no es nada gracioso, es más me parece de lo más cruel que se le puede hacer a alguien.

- ¡No, enserio! De verdad que no fue para burlarme, solo ... no sé qué fue lo que paso o porque lo hice, de verdad lo siento mucho, llevo como un mes viniendo para verte y pedirte disculpas, pero como no venias pensé que te habías molestado y que jamás regresarías por mi culpa y me sentí muy mal por eso, de verdad lo siento.

- Bueno ... te creeré y te perdono.

- Gracias - le sonríe.

Guardan un momento de silencio donde solo se escuchaban murmullos ligeros de las personas que aún quedaban en la biblioteca.

- En serio viniste durante un mes solo para pedirme disculpas? - pregunta el castaño luego de minutos.

- Si es cierto, venía a la misma hora, incluso pregunte a la recepcionista se venías antes o después que yo, pero solo me contestaba un "NO", muy larga charla he - sonríe un poco.

- Si es muy platicadora - ambos ríen - Bueno yo creo que mejor me iré- se pone de pie.

- Me dio gusto verte - comenta el moreno aun en su lugar.

- Igualmente - toma sus cosas y se aleja del lugar.

- Idiota, eres un idiota Derek - se pone de pie y minutos después también sale del lugar para volver al día siguiente.