Mía

Capítulo 3

- Hijo, la puerta no abre- menciona Karina y escucho a Jonathan exhalar aliviado.

- Ve a la cama- susurra rapidamente mientras desabotona su camisa color blanca a toda velocidad.
Corro a esconderme bajo las sabanas antes de que él abra.

- Buen día, mamá- dice al abrir.

- Buenos días, es hora del desayuno. Toda la familia estará reunida en un momento- menciona animada luego de asomarse y verme por encima del hombro de Jonathan en la cama.

- Bien, solo nos arreglamos y bajamos- responde antes de bostezar. La escucho reír antes de retirarse.

- Tenemos que tener mas cuidado. En dos meses haremos el viaje familiar y mamá querrá asegurarse de que seamos una pareja activa para darle nietos pronto- menciona caminando directo al baño.

'Claro, al menos ya no soy virgen por si pregunta'

Río ante mi pensamiento irónico.
Dejo de pensar en eso y me pongo de pie para buscar mi ropa e ir al baño en cuanto Joni salga.

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Bajamos juntos las escaleras y estoy algo incomoda ya que tuve que aplicar maquillaje en mi cuello por culpa de Sebastián además de usar un vestido con cuello camisero y mangas tres cuartos para cubrir todo.

'Ese hombre en serio fue salvaje a la hora de dejar su huella en todo mi cuerpo'

Arreglo mi cabello castaño claro sobre mis hombros ocultando lo más que se pueda y trato de relajarme.
Siento la mano de Jonathan agarrar la mía y me sobresalto.

- Solos recién casados, hay que actuar como tal- sonríe antes de entrar al comedor.

Veo a Walter, el abuelo de Jonathan, sus padres Karina y Diego, sus dos tías, sus tres primos, la preciosa y  única sobrina de Jonathan de 3 años y...

¡No!

Sebastián está sentado en el otro extremo de la mesa frente al abuelo Hayes como cabeza.

Trago saliva antes de acercarnos a nuestros lugares que quedan muy cerca de él. A dos para ser exactos.

- Vaya, pensé que no saldrían de esa habitación- bromea Clara, su prima.

- Es que ese par se escapó temprano de la fiesta para celebrar en privado- menciona burlón uno de sus primos.

- Dejen a sus primos en paz- interfiere el abuelo.

- Tío, anoche no te vimos en la ceremonia- menciona Clara, una mujer joven y hermosa con cabellos dorados y ojos verdes.

- Llegué algo tarde- responde con simpleza pero con la suficiente fuerza para evitar que le pregunten más.

- Me da gusto que hayas podido adelantar tu viaje para poder estar en mi boda, gracias- agrega Jonathan feliz.

'Si supieras que no solo estuvo en la boda'

De reojo lo veo asentir mirando a Joni antes de mirarme por unos segundos a mí y desviar su fría mirada.

'¿Estará molesto o es mi idea?'

Decido ignorarlo y desayunar con calma hasta que alguien vuelve a hablar.

- Es una lastima que no haya luna de miel. Sin embargo, espero que pronto lleguen los hijos- me atraganto con el agua que estaba por tragar y miro de soslayo a Joni ante el comentario de su tía Marian.

'Nosotros no planeamos tener hijos, ni siquiera intimidad, señora' pienso sonriendo tímidamente.

- El que debería tener hijos pronto es Sebastián- menciona el abuelo Hayes desviando la atencion a otra parte o más bien, persona-. Tus hermanas ya me dieron tres nietos y ellos a mi bisnieta adorada. Solo me falta conocer a tus hijos para irme en paz- menciona con esa voz imponente que todavía conserva.

Todos nos quedamos esperando su respuesta, incluyéndome. Aunque no parece ser el tipo de persona que da explicaciones o responda a todo.

Sin embargo...

- Pronto les presentaré a mi mujer- responde asombrando a todos por igual.

'¡¿Acaso tiene novia?!

Pero por alguna razón eso me causa un sentimiento extraño, incluso incómodo.

- No me digas que es cierto el rumor que hay sobre ti y Daniela Rosales- comenta Marian llamando mi atención involuntariamente.

- No importa quien sea la dama en cuestión, hermana- interrumpe Priscila-. Eso es una buena noticia, pronto cumples los 30 y no querrás quedarte como el tío Wilfrido- agrega dirigiéndose a Sebastián.

- Priscila. Ya sabes que ese tema no se toca- advierte Walter, su padre.

Luego de ese comentario, terminamos el desayuno sin más charla.

Jonathan y yo nos retiramos para ir a nuestra nueva casa para instalarnos.
(Una pequeña mansión propiedad de los hayes)

No tendremos luna de miel porque Taylor no podría ir con nosotros y nosotros realmente solo nos agüitaríamos solos.

Me despido de todos y espero a Joni fuera de la casa sintiendo el aire en mi cara.
Recuerdo que debo marcarle a mi hermana y verificar que haya tomado sus medicamentos.

- Guarda mi número y segúrate de responder mi llamada- mi corazón se sobresalta al escuchar la voz de Sebastián a mis espaldas y más que nada al sentir su agarre en mi brazo. Esas chispas que su tacto me provoca me hacen temblar.

Me entrega una tarjeta y deja un beso en mi sien antes de soltarme y alejarse.

Lo veo pasar a mi lado dejando a su paso el aroma de su colonia costosa, suspiro al verlo de espalda antes de que se suba a su camioneta de lujo color negra.

Su traje hecho a medida color azul oscuro lo hace ver jodidamente...

- Vamos, Gabriella- me sobresalto de nuevo-. Debo ir al trabajo. Mi tío no perdona la impuntualidad. Es muy exigente en el trabajo... y en todo lo demás- ríe bajito antes de guiarme a su auto deportivo.

'Sebastián Hayes. El hombre más cotizado en el país.
Serio, misterioso y soltero.
Un genio de los negocios.
No solo dirige la empresa bajo el apellido de su familia, sino que también tiene su propia empresa.

Cientos de rumores y chismes relacionados a su vida amorosa pero nada confirmado'

Suspiro al recordar lo poco que pude leer de él mientras me arreglaba antes de bajar al comedor.

- Joni, ¿Tu tío tiene novia?- cuestiono sin poder evitar la curiosidad.
Joni me mira por unos segundos confundido antes de hablar y regresar la vista a la carretera.

- No que yo sepa. Es un hombre reservado con todo lo que tenga que ver con su vida privada. Mis tías dicen que es por la falta de mi abuela. Ella murió cuando él era muy pequeño y mi abuelo siempre a sido estricto con él- explica sin despegar la mirada de la carretera.

- Por eso le cuesta ser expresivo con loa demás- menciono pensativa.
- Mm-jmm, mi tío es serio, reservado, callado y poco afectuoso por no decir que es cero cariñoso. Por eso no creo que alguien quiera estar con él.
- Mmm, creí que tenía alguna novia. Dijo que pronto dará noticias- murmuro mirando hacia el frente.

- Él es poco predecible. Todo se puede esperar si se trata de Sebastián Hayes...- menciona-. Espera, ¿Te interesa mi tío?- cuestiona de repente volteando a verme incrédulo-. Sé que no existe la fidelidad en nuestro contrato pero él está prohibido- agrega sin esperar mi respuesta.

- No me interesa ni me gusta. Solo tenia curiosidad, nunca lo había visto- respondo nerviosa.

- Eso espero, Gabriella. De todos modos no eres el tipo de mujer para Sebastián- frunzo el ceño ante su comentario-. Te conozco y eres muy dulce y sentimental aunque lo niegues. Y él no es un hombre que se caracterice por ser amable o cariñoso- agrega con simpleza.
No respondo pero sí me quedo penando en algo...

'No soy su tipo'

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