Capítulo 15

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Respiro con dificultad mirando la escena frente a mí.

Mis manos tiemblan, el frío recorrer mi cuerpo y mi cabeza es un lío.

- ¡Santa madre!- exclama Jos asustándome-. Lo mataste- susurra con terror.
Se acerca a mí, me quita la base de la lámpara que aún sostengo y me aleja del cuerpo inconsciente de Jonathan.

- Yo no queria... pero él no me dejó otra opción- mis ojos se cristalizan y me abraza.

- Descuida. Sigue vivo el desgraciado- menciona con desdén.
Lo observo y pudo notar como su respiración es lenta.

- Hay que despertarlo- sugiere Joseline.

Se acerca y lo hace rodar en el suelo para dejarlo boca arriba.

Le pega un par de cachetadas hasta que reacciona.
Nos mira algo aturdido y desorientado.
Hasta que nos enfoca y frunce el ceño sobando su cabeza haciendo gesto de dolor.

- ¿Qué haces aquí, tío?- cuestiona al verlo. Se pone de pie y se sienta al borde de mi cama.

- Yo lo llamé- menciona la pelinegra.

- ¿Qué sucedió aquí? Tu esposa está horrorizada- menciona con esa mirada analítica.

- No lo sé- encoge los hombros-. Yo estaba hablando con ella cuando todo se oscureció- me asombra su facilidad para mentir.

- Mentiroso- murmura Jos mirándolo con odio.

- Solo eso dirás- se miran a los ojos retándose en silencio.

- Ninguno debería...

- Te informo que me llevaré a tu esposa y mañana tendrás los papeles de divorcio en las manos firmados por ella- informa interrumpiendo-. Firmalos si no quieres tener problemas conmigo- gira y nos hace seña de retirarnos.

- Al menos deja que hable unas últimas palabras con Gabi.

- No hay nada de que hablar. Ya dijiste suficiente- menciono mirando sobre mi hombro.

Salimos de la casa y me monto al auto de Sebastián. Jos trajo su auto.

- ¿Estás bien?

- Si- respondo apenas audible.

- Puedes confiar en mí. Y decirme como te sientes me ayudaría a saber como ayudarte a ti- sonrío.

- Es que no creí que él se atreviera a hacer esto- suspiro cansada-. Creí que lo había matado hace un rato- río nerviosa.

- Si... es una lastima que el golpe no fuera mas duro- enarco una ceja y lo miro sonreír de lado.

- Gracias por venir sin preguntar- gira su rostro por unos segundos relajándome una sonrisa calida y sincera antes de regresar a la carretera.

- Gabi, nunca te lo he preguntado pero quiero que me digas por qué te casaste con Jonathan si no son una pareja realmente- agrando un poco los ojos y dejo de respirar.

'Es momento de decirle la verdad'

'Ya no puedo seguir ocultando esto más tiempo. No a él'

- Por donde empiezo- juego con mis dedos. Doy una profunda respiración antes de iniciar.
- Conocí a Jonathan en la cafetería donde trabajé luego de la perdida de mi padre. Eso fue hace dos años.
Me ayudaba con los gastos de Fabi y los de la universidad. Yo creí que lo hacía porque era bueno pero ahora creo que siempre fue con otras intenciones- él asiente sin despegar la mirada del camino. A disminuido la velocidad
- Cuando su padre lo obligó a casarse, se les ocurrió decirme a mí

- ¿Se les ocurrió?- interrumpe con curiosidad.

- Sí. Él y su novia Taylor. Según él, aseguró que su familia no aceptaría a la chica por ser de clase baja. Yo por otro lado, se puede decir que era millonaria. Mi padre era un empresario que perdió todo de un día a otro. Aun no lo entiendo, él era cuidadoso en los negocios pero lo perdió todo. Se enfermó y luego...- suspiro aun sintiendo su ausencia-. Por eso acepté ayudar a los chicos. Taylor estaba estudiando su ultimo año y Jonathan aseguró que en cuanto terminará ese año, me daría el divorcio y se iría con Tay. Pero todo cambio. Taylor se fue, él quiso abusar de mí en la fiesta de tu padre y....- frena de golpe agradeciendo que colocara el cinturón de seguridad y que no haya autos detras de nosotros.

- Ese día, tu y yo...

- Si, hicimos el amor y él vio las marcas- me avergüenzo.

- Debiste decirme, Gabi. No te hubiera dejado con ese demente- me agarra del rostro con ambas manos. Su rostro es de afligido.

- Ya pasó, ¿ok? Ya estoy contigo- acaricio mis manos sobre mi cara.

- Y no te dejaré ir. A menos que tú...

- ¡NO! Ni lo sueñes- digo apresurada causando que suelte una leve risa muy varonil.
La cual acelera mi corazón y hace estragos en mi vientre.

- Te quiero conmigo siempre, Gabriella. Mi hermosa dama- murmura antes de besarme.
Lento, con amor, miles de chispas a mi alrededor.

- Vayamos a casa- asiento recuperando el aliento.

- Espera, hay algo más- muerdo mi labio y trago duro.

'El contrato'

***

- ¡Mmm!, esto está delicioso Raiza- la escucho reír mientras degusto el desayuno.

- Me alegra que le guste, señora. El señor dejó dicho que fuera a la empresa luego de desayunar.

- Si, gracias. Ya quiero verlo- sonrío como adolescente.

- Lo quiere mucho ¿verdad?- su mirada es analítica. Y su rostro se puso serio.

- Demasiado. Creo que yo lo...

- Él también, señora. No lo dude. El joven Sebastián a cambiado mucho desde que llegó de su viaje.

Sonrío y termino de desayunar.
Me ducho y me arreglo.

Hoy quiero lucir hermosa.
Que él solo me miré a mí.

Elijo un vestido verde bandera que es cruzado de enfrente. Tiene tiras que lo ajustan a mi fina cintura.
Si eso se suelta, se abre dejando ver todo.

Calzo mis zapatos de punta tipo stilettos pero descubiertos en el talón. Con un tacón de 8cm solamente. Color beige.

Dejo suelto mi cabello y me maquillo.
Algo sueve solo para acentuar mis rasgos delicados como dice Jos.

Agradezco que Jos me allá mandando la maleta con su hermano esta mañana. La recibió Sebastián ya que yo dormía todavía.

- Va a dejar con la boca abierta a más de uno, señora- menciona al verme bajar de las escaleras.

- Solo quiero sorprender a un hombre, Raiza- llego a la puerta.

- El chofer la llevará.

- Gracias. Nos vemos mas tarde- salgo y por primera vez me siento libre.

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MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora