Capítulo 36

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"Solo sabes meterte en problemas."

Quackity no dejó de asistir al trabajo, y lo primero que escucho de parte de su jefe fueron esas desagradables palabras.

Pero en este punto, Quackity estaba decidido a alejarse de todo aquello que le hacía daño.

La marca en su cara le recordaba el porque empezaría a poner un alto con aquel. Además, sus primos le contaron lo que descubrieron, más allá de haber recuperado las escrituras de Eret y haber obtenido el dinero de recompensa que Schlatt les había dado a aquellos extranjeros, el vínculo de que el ataque fue obra de aquel despreciable hombre se fortaleció.

—No hagas tonterías Quackity, tu objetivo está bien pero tampoco te dejes llevar por la impulsividad.—una vez más, su compañero de trabajo le ponía los pies sobre la tierra.

—Tienes razón, pero entonces, ¿qué hago?

—Primero, deberías retomar la terapia, esas recaídas donde lo volviste a buscar por no estar sólo en un episodio de desrealización* no es nada sano, tienes que dejar de caer en eso, sino...

—¿Qué?

—He temido que un día no sobrevivas a los abusos de él.

El azabache desvió la mirada, recordando que algunas veces si estuvo a ese borde, pero nadie supo nada, solo él, Schlatt y algunas personas a las que Schlatt llamó para burlarse de que no tenía un buen aguante.

—No te preocupes Charlie, no es como que ese cabrón aguante tanto tiempo despierto.—bromeó tratando de olvidar aquellos amargos recuerdos.

—Pues entonces comienza reparando tu corazón contigo mismo, si la terapia te interfiere con tus niños puedo ir a cuidarlos.

—Slime, la última vez que te encargué a Merlon Vegetta, se quedó sin la mitad de una ceja y tenía los pelos de color verde.

—¡Hey! Yo también salí afectado ese día, mi pobre cabello tuvo que sacrificarse para que Merlon y Juana pudieran ser los mejores estilistas del universo entero.—recordó, poniendo su mano en su pecho exagerando su tristeza.

El tono de llamada de Quackity interrumpió su dramática conversación. Este último reviso su celular, era Wilbur.

"Bueno, ¿qué pasó Wilbah?"

"Big Q, yo... Emm... Requiero tu ayuda con algo legal que me pasó hace un par de días, ¿crees que podamos vernos?", el semblante de Quackity cambió a uno más serio.

"¿Ahora en qué te metiste wey?"

"Te vas a sorprender cuando veas de lo que se trata, believe me.", el mexicano se quedó en silencio por unos segundos, pensando en que podría ser.

"Ta bien, yo te ayudo en lo que ocupes, ¿ónde nos vemos?"

"En la cafetería de siempre, ¿a las 5:30 te parece bien?"

"Simón, ahí nos vemos sin falta, he."

La llamada terminó.

—¿Le pasó algo a Wilbur?

—Si pero no me dijo que, cuando sepa te cuento el chisme, ¿va?—el de cabellos claros asintió.

Mientras tanto, Luzu estaba terminando de acomodar los refrescos en la bodega, y cuando decidió darse un descanso, revisó por un momento su teléfono.

—¡Luzuuuuu! ¡Te buscan acá en caja!—se escuchó a Mariana desde la puerta de dicha bodega.

Desconcertado, el castaño fue al llamado y se encontró con aquella mujer que ahora era su amiga más frecuente.

Luchones [Luckity AU] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora