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- Busco a Justin Drew Bieber, ¿puede dirigirme a él? - Preguntó ______ intentando mantener la calma.

- Celda 122, acompañeme.

_______ seguía los pasos de la chica con uniforme de policía. Sus manos se escondían en las mangas de sus sudadera y miraba hacia los lados aterrada. ¿Que coño estaba pasando a su alrededor?

"Bieber, tienes visita"

Se oyó eco en aquel pasillo.

Joder, el corazón de ______ iba a toda hostia y temblaba como nunca.

_______ se sentó delante de la vitrina de cristal y observo el rostro de él. Tan blanco y... ¡Oh dios mio! Tenía heridas y hematomas por toda la cara.

Los ojos de ______ se aguaron.

- ¿Que has hecho? - Pudo articular con cara de horror.

- Ha sido mi hermano. Me ha denunciado. Me ha echado toda su mierda encima.

________ cerró por inercia sus ojos un instante y todo lo que han pasado juntos pasó por su mente. Tenía tanto miedo... Estaba demasiado asustada para controlar sus sentimientos. Volvió a oír a la policía decir algo sobre que se acababa el tiempo y a Justin gritar, seguramente no entendió del todo aquel momento porque estaba empezando a perder el conocimiento.

***

"Parece que ya comienza a despertar"

______ abrió los ojos pero volvió a cerrarlos por el exceso de luz. Le costó acordarse de donde estaba y que estaba pasando porque parecía que su cabeza iba a explotar y sus ganas de vomitar no la dejaban estar plenamente alerta.

- Al fin despierta.

Una chica joven y rubia con un uniforme blanco estaba a su lado mientras sujetaba su brazo. _______ observó su extremidad, que tenía alrededor un tensiómetro (aparato para medir la tensión arterial). Miró confusa a la enfermera. Esta retiró el aparato y puso una mueca intentando regañar a ______, pero segundos después sonrió.

- Señorita, sé que son tiempos difíciles pero en su estado no deber...

- ¿En mi estado? ¿Cual se supone que es mi estado? - ______ intentó hacer memoria pero no recordaba nada que pudiera hacerla correr algo más de peligro de lo que ya normalmente lo hacía.

- Señorita, esta embarazada y...

______ no dejó terminar a la enfermera y se sentó en la camilla en la que estaba tumbada.

- ¿Embarazada? ¿Cómo es eso? ¡Es imposible! Tomo la píldora.

- Todos los métodos tienen un pequeño porcentaje de error.

Y _____ sintió que todo la daba vueltas de nuevo. Justin en la cárcel y ella embarazada... Parecía una serie de las que veía su madre por la tarde en la televisión.

- Tiene que haber algún error. Soy propensa a marearme y además, esta mañana no he desayunado. - sonaba histérica. Estaba a punto de llorar y salir corriendo.

- No, lo siento, supongo... No hay ningún error.

______ no dijo nada. Se limitó a cruzar sus brazos y a quedarse callada. La enfermera se alejó hasta la puerta de salida de aquella pequeña sala.

- Venga conmigo. La acompañaré a la salida, necesita descansar.

Ella hizo caso y siguió a la enfermera hasta el recibidor de la comisaría.

- Y hágame caso - insistió la enfermera. - mantén reposo y come bien, pareces muy joven.

- Tengo diecinueve jodidos años y estoy embarazada del chico que está en la celda 122, ¿y quieres que coma y mantenga reposo? - su voz sonó áspera.

- Soy enfermera, no psicóloga. Son recomendaciones médicas.

______ comprendió entonces que estaba pagando sus desgracias con una persona que la intentaba ayudar, así que sonrió, se disculpó y se despidió.

Joder... ¿que iba a hacer ahora? Justin estaba detenido por no sabía que mierdas y ella embarazada ¿Debería decírselo? Quizá debería esperar a saber por cuanto tiempo iba a estar Justin encerrado, porque si iba a estar poco tiempo no corría prisa la necesidad de hablar con él.

Entró por el recibidor de la puerta de su casa y tampoco había nadie en casa. Tuvo que agarrarse a la pared debido a los mareos.

Tenía antojo de fresas, así que abrió la nevera, las cogió y se sentó en el sofá de su casa intentando asimilar que iba a ser madre. ¿Y si abortaba sin que nadie supiera nada? Sería una posibilidad, pero no iba a ser tan cruel. Ella misma sabía lo que es una vida y la suerte que hay que tener para tener una.

Tan sólo quedaba un trimestre de clases. Los árboles comenzaban a florecer y el sol calentaba lo suficiente como para sentirse agusto. ¿Podría ella sola con un bebé? Podría buscar un trabajo en cualquier sitio para mantenerlo. Definitivamente esa era una de las opciones que iba a tomar pero, ¿aparte había otra? No lo creía.

Quizá debería pedir consulta y asegurarse al cien por cien de que el embarazo era real y si eso es correcto debería hablar con Justin.

- ¿Ginecología?

- Así es, ¿que desea?

- Esto... ¿podría darme cita lo más pronto posible? - resultaba mas difícil pensaba.

- Si claro, pero necesito saber para qué, específicamente. - La chica sonaba impaciente.

- Para... Una prueba de embarazo.

- ¿Se ha efectuado algún test de farmacia?

- No, esta mañana me he desmayado y una enfermera me lo ha dicho. Quería asegurarme.

- ¿A mantenido relaciones sexuales?

- Sí - no lo quiso, pero sonó disgustada.

- A veces puede parecer que estás embarazada pero en realidad es todo lo contrario - quiso animarla la recepcionista. Carraspeó. - De todas formas te voy a colar. Pásate hoy a las cinco, ¿vale?

- Muchísimas gracias, hasta luego. - _______ colgó.

Dejó el teléfono encima de la mesa.

- ¿Con quién hablabas?

_______ dio un brinco y comenzó a ponerse nerviosa, ¿habrá oído toda la conversación?

- ¿Mamá? ¿Hace cuanto estás ahí?

- Acabo de llegar. - rió ella mientras se quitaba la chaqueta vaquera. - ¿con quién vas a quedar esta tarde?

- Humm... - dudó un momento. No quería preocuparla. - con una amiga. Tenemos que hacer un trabajo final.

- Eso está genial, cariño. - Se estira y suelta su corta melena castaña. - Voy a darme una ducha, he cambiado demasiado pañales.

Addiction » j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora