¿Reencarne En Harry Potter? 1

L1. Capítulo 4 Callejón Diagon!!

Narrador

La joven salió de la chimenea y miro a su alrededor, se encontraban en el Caldero Chorreante. Narcisa Malfoy no se detuvo a saludar a nadie, de echo, era como si todo le desagradara, siguió caminando asta la salida con Draco y las mellizas siguiendo sus pasos de cerca, al llegar a una pared de ladrillos sacó su varita y dio tres golpes en ella. El ladrillo se tembló y se retorció formando un agujero que cada ves se hacía más grande, cuando se detuvo entraron, Lyra se encontraba maravillada, ya había ido en otras ocaciones al callejón pero nunca dejaba de sorprenderse y sentirse con en un sueño. Alya miro por encima de su hombro observando como la pared se cerraba.

La tienda más cercana era una en la que ponía " Calderos " pero en ves de ir allí fueron directamente a un edificio que sobresalía entre todas las tiendas y era blanco como la nieve, en la entrada se encontraba un gnomo con su uniforme carmesí y dorado. Ese era Gringotts, el banco de magos. La señora Malfoy subió los escalones blancos con los pequeños siguiéndola, el gnomo era una cabeza más bajo que ellos. Al pasar encontraron unas puertas dobles de plata con palabras grabadas encima:

Entra, desconocido, pero ten cuidado con lo que le espera al pecado de la codicia,
Porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado,
Deberán pagar en cambio mucho más,
Así que si buscas por debajo de nuestro suelo
Un tesoro que nunca fue tuyo,
Ladrón, te hemos advertido, ten cuidado,
De encontrar aquí algo más que un tesoro

Lyra: si que se debe estar loco para robar aquí!

Al entrar por las dos puertas plateadas se encontraron con el gran vestíbulo de mármol, gnomos se encontraban sentados en altos taburetes con grandes libros de cuentas, pesando monedas o examinado gemas preciosas.
La señora Malfoy se dirigió al mostrador.

Narcisa: Disculpe, venimos a sacar dinero de las bóvedas de seguridad de los Malfoy y Black.

Gnomo: tienen las llaves?

Narcisa extendió la mano donde se encontraba dos llaves bien cuidadas.

Gnomo: buscaré a alguien que los acompañé

Enseguida llegó otro gnomo que nos guío por una puerta donde se encontraba un largo pasillo de piedra inluminado con antorchas, silbo y un pequeño carro llegó por los raíles. La señora Malfoy fue la primera en subir seguida de su hijo y las mellizas, por último subió el gnomo que les guiaba y se pusieron en marcha, el gnomo no guiaba el carro que iba a toda velocidad, la señora Malfoy iba serena y tranquila, como si ya estuviera más que acostumbrada a el recorrido, Draco en cambio avía tomado de la mano a Alya y cerrado los ojos para no pensar en que iban a caer, Lyra estaba riéndose y se encontraba con los brazos en alto como en una montaña rusa, Alya solo se preocupaba en intentar bajar los brazos de Lyra para que se sujetará bien y en intentar que Draco no vomitara. Finalmente, el carro se detuvo en la bóveda de la familia Malfoy, el gnomo cojio la llave y abrió la cerradura, el habitual humo verde los envolvió, una ves se uno aclarado pudieron apreciar las montañas de galeones de oro, lo sickles de plata, y las pequeñas knuts de bronce. La señora Malfoy y Draco no perdieron tiempo y se dedicaron a recoger todo el dinero posible. El recorrido hacia la bóveda de las hermanas fue un poco más corto, al llegar y abrir la cerradura de la puerta pudieron apreciar que la fortuna que habían heredado las hermanas de su madre se asemejaba a la de la familia Malfoy. Alya y Lyra cojieron dos bolsas cada una y enpesaron a recoger solo el oro nesesario, no querían desperdiciar. Necesitaban lo suficiente para el material de estudio, los uniformes, las varitas y un poco para cuando estuvieran en Hogwart ( nunca se sabe cuándo te ase falta dinero)
Una ves fuera del banco se encontraron con el señor Malfoy y decidieron ir por separado a comprar los materiales, los niños optaron por ir primero a la tienda de las mascotas, Draco no quería una mascota, decía que ya tenía una estupenda lechuza y que con ella era suficiente