𝗗LC ── BINCHAN

🎧⭑ӨӨ3 ♪

Al día siguiente Changbin busco a su trío de amigos, obvio que Minho siempre andaba junto a la parejita de los menores. No por ser un mal tercio si no porque le agradaba ver esas bolas de diabetes hacer bromas o comer juntos con él, ya que no se siente solo por no tener a su familia en Seúl. Bin dejó su bandeja en la mesa, llamando la atención de los tres chicos, Seungmin y Yang le dedicaron una sonrisa, mientras que Lee seguía comiendo su almuerzo sin entender lo que pasaba.

—Haré el trabajo con ustedes, pero me deberé de ausentar de la mayoría de las clases está semana —inició informando Changbin ganándose la atención de Minho.

—Oh, ¿por qué Hyung? —quiso saber el menor del grupo.

Changbin se dedicó a llevar una probada de su comida antes de decirles. Teniendo la mirada del mayor sobre él, sabiendo que Minho estaba sospechando algo.

—Mis padres quieren que vaya a la psicóloga de nuevo, por lo que ocurrió hace años y ya saben como son los horarios de la psicóloga… hable con ellos un par de cosas y quieren asegurarse que todo esté bien. También por primera vez mi padre llamó a Minho por su nombre y no por YunHo —se encogió de hombros tratando de que no se oyera tan serio. 

—¿Todo empezó por lo de los grupos?¿Verdad? —habló por primera vez Lee.

—Así es, no lo sé, pero Chan no me puede caer bien —exclamó llevando a su boca un nugget.

—La verdad es que, Hansol es quien no debes de tenerle confianza, tal vez y Bang no te cae bien porque te recuerda a ti como eras antes… —exclamó Seungmin, haciendo que Changbin pensara lo que dijo.

Así siguió su almuerzo, un almuerzo algo random por parte de ese grupo de amigos pero los empleados de ese lugar ya estaban acostumbrados a las ocurrencias que podrían decir o hacer, no era molesto para ellos. Changbin se sentía bastante bien con los chicos, si iba a estar con ellos haciendo ese trabajo todo podría salir bien ¿no? Total, Kim y Yang eran su lugar seguro aunque no lo parezca.

Solo eran un par de semanas donde debería de estar compartiendo con gente que no era de su círculo de confianza, eso no puede traer algo malo o que sea tan malo.

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La semana pasó más rápido de lo que te puedas imaginar, era el día donde la primera revisión estaba por llegar en la siguiente hora. Jisung tenía una licencia ya que al baboso le ocurrió algo que se tiene que ausentar durante un periodo de la universidad, lo único que le quedaba era presentar lo que llevaban, bueno tampoco era tanto pero llevarían algo. ¿A quien quiere engañar?, la verdad el maestro Kim no le perdonaría nada esta vez, ya que en el parcial anterior tuvo que viajar de urgencias a su país natal por una emergencia con su familia. El maestro lo hizo pasar, dándole una oportunidad que volviera de Australia le tenía que dar el parcial pero no lo haría una segunda vez.

El Australiano estaba en el salón a solo minutos que se presentará el maestro en el salón, ¿que si tenía estrés? si, tambien tenia ansiedad, su cuello le dolía y más el tick en el ojo estaban presente. Sin más se colocó sus audífonos y trató de avanzar algo durante ese tiempo, mientras los segundos avanzaban más aumentaba su pulso tras no avanzar nada.

Changbin estaba entrando al salón tratando de encontrar a ese chico hiperactivo de nombre Jisung, solo que no lo encontraba por ningun lado y menos al chico que tiraba flores por todos lados llamado Chan. Al no encontrar a ninguno de esos dos se sentó para rayar su libreta donde tenía solamente garabatos dibujados solo esperando que el tiempo haga de las suyas. El maestro entró al salón saludando a todos y dando inicio a su clase, inicio con las informaciones que en esa clase revisará los avances del proyecto y los que no tuvieran grupo se les iba a descontar por igual. Siguió con su mirada al maestro viendo como tocaba la mesa con su puño, llamando la atención de ese chico que para su sorpresa era Chan.

Dándose un golpe metal por no distinguir a ese chico se apresuró a ir donde el maestro para que nadie saliera perjudicado en esa primera revisión.

—Mestro Kim, pero que reluciente se ve hoy —exclamó colocándose detrás del australiano tomándole por los hombros sin pensarlo dos veces.

—Gracias ¿Eres parte del grupo del señorito Bang? —le sonrió el maestro a Changbin.

—Sip, sabe que yo tuve una semana que no pude asistir a sus clases donde se avanzaba ya que tuve unos problemas personales —apretó los hombros del australiano sintiendo como estos estaban tensos —. Así que nos podría dar no lo se, un par de días para darle así el avance que corresponde, menos un punto por este favorcito.

El señor Kim quedó pensando, Changbin rogaba para que aceptara lo que le pedía y también pensaba en como el australiano podía estar tan tenso, ¿o será que lo estaba incomodando? tal vez sea eso, dándole el espacio que merecía siguió esperando la respuesta.

—Está bien, menos dos puntos, Jisung también se ausentará esta semana por lo tanto tendrán un poco más de trabajo, aunque igual deben de dejarle un poco a él o sacarlo del grupo.

—Maestro Kim no podemos sacar a Hannie —exclamó Chan un poco estresado.

—Ustedes verán cómo repartirse el trabajo —concluyó para retirarse a ver los otros grupos de trabajo.

Changbin se sentó al frente del australiano quien lo miraba sin entender demasiado lo que ocurría. No era una mirada de odio, solo una de cansancio.

—¿No que mi existencia te cansaba? —bufo mirando mal al coreano —. Estuve pensando millones de maneras para que te atrevieras a unirte con nosotros, pero te ausentaste durante una semana.

—Retracto todo lo que dije en esos momentos, no estaba pensando antes de actuar y no medí mis palabras la cuales te pudieron haber dolido. Estoy aquí para ayudar lo más que pueda, solo que si lo tendremos complicado por Jisung, pero allí veremos que haremos para que Han nos ayude —sonrió viendo como el australiano se le quedaba mirando de una manera de muy pocos amigos.

—Bueno, no importa sea lo que sea que haya ocurrido, tomemos nuestras cosas y vamos a buscar un lugar donde podamos trabajar tranquilos —se levantó siendo seguido por Changbin, al fondo del salón vio a Hansol observándolo cosa que le hizo sentir un escalofrío.

El australiano suspiro, saliendo del salón sin antes despedirse del maestro. La mirada que Hansol le entregaba era una que no lograba descifrar por más que tratara de hacerlo no podía, pero sin duda no era una que expresa alegría ni entusiasmo, no, era opuesto a eso, según lo que logró dar a entender para él.

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