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Los ruidos percistieron. En algún momento sentí cómo algo era forzado en la planta baja y luego de eso, alguien ingresaba a mi hogar.

El pánico me invadió, pero entonces recordé a Tom diciendo que Bill vendría y más o menos me tranquilicé ante la idea de que debía ser él, pero eso no me hizo sentir menos enojada, así que desbloqueé el número del otro Kaulitz, para advertirle sobre las consecuencias de que Bill hubiera venido igualmente y, aún peor, forzado alguna entrada para poder meterse aquí sin mi permiso.

El pánico me invadió, pero entonces recordé a Tom diciendo que Bill vendría y más o menos me tranquilicé ante la idea de que debía ser él, pero eso no me hizo sentir menos enojada, así que desbloqueé el número del otro Kaulitz, para advertirle sob...

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Mierda, mierda, no. Mi corazón se aceleró a la vez que los escalofríos recorrían por segundo cada parte de mi cuerpo. Corrí hasta la puerta para poner el seguro. A lo largo de mi vida había sentido mucho miedo, pero nada comparado con esto. Este era terror genuino.

Bill, de alguna forma en este tipo de situaciones, solo pensaba en acudir a él, a pesar de todo, incluso si me había mentido en la cara y destruido el corazón

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Bill, de alguna forma en este tipo de situaciones, solo pensaba en acudir a él, a pesar de todo, incluso si me había mentido en la cara y destruido el corazón...

Los ruidos en el primer piso se intensificaron, quien quiera que fuera parecía no tener problema en ser notado, es más, tenía la impresión de que eso era lo que quería

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Los ruidos en el primer piso se intensificaron, quien quiera que fuera parecía no tener problema en ser notado, es más, tenía la impresión de que eso era lo que quería.

Escuché cómo la persona subía por las escaleras, pasos pesados que parecían tener el propósito de asustarme. Mi cuerpo temblaba como una gelatina, apenas lograba sostener el jarrón en mis manos mientras escribía con la otra.

STALK | Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora