Era él, estaba justo aquí y quería hacerme daño de nuevo.
Me paralizé por el miedo. Su mano se apretó contra mis labios después del grito y yo solo pude cerrar los ojos fuerte por la impresión.
Antes de que me atacara, preferí ser yo la que actuara esta vez y sin dejar pasar un solo segundo más, di una fuerte patada en dirección a Chris.
Casi le di en la entrepierna, solo se libró de eso porque fue lo suficientemente rápido para esquivarme.
—¡Kiara, qué demonios!
Fue entonces cuando me quedé paralizada otra vez.
Esa voz...
Dios, no era Chris, mi mente paranoica me había jugado una mala pasada otra vez.
—Mierda, Tom, me asustaste, creí que eras...
—¿Chris?
Mierda, sí. Supongo que ver a Chris en Tom fue una especie de respuesta al trauma. Cuando puso su mano en mi boca, recordé a Chris, más que eso, en cuanto vi que se trataba de un hombre y ese hombre no era Bill, mi cerebro inmediatamente pensó que sería ese psicópata, sin siquiera detenerse a razonar.
—Es que estás vestido muy similar a él, llevas el pelo atado y tu gorra no me dejaba verte bien la cara.
Tom siempre llevaba el cabello suelto, era la primera vez que lo ataba en un moño y era la primera vez que lo veía con ropa de colores brillantes también. Él siempre había sido más bien de blanco y negro.
En realidad, no había nada de raro, a veces las personas cambiaban de look, pero yo, que me sentía tan cómoda con lo conocido, me espanté inmediatamente cuando lo vi diferente.
Mierda, me estaba volviendo loca.
Aunque había intentado disimularlo, que Chris siguiera en la misma universidad que yo me alteraba bastante.
Tenía miedo, me sentía loca. Ahora que lo miraba bien, ni siquiera se parecía a Chris en nada. Incluso más normal hubiera sido pensar que era Bill, teniendo en cuenta que Bill y Tom eran gemelos idénticos.
Vistos desde lejos, se podía llegar a pensar que no se parecían en nada. Ambos eran completamente opuestos en su estilo. Bill llevaba el cabello corto en comparación con Tom, quien tenía trenzas africanas que llegaban casi hasta su cintura. Bill, con ropa ajustada, cuero, camisas de cuadros, botas, cadenas, anillos, el más puro estilo grunge, otras veces más bien, punk, mientras que Tom parecía sentirse cómodo con ropa más grande de la que necesitaba, amplias camisetas manga corta, pañoletas en la frente, pantalones de mezclilla que parecían a punto de caer con cualquier movimiento y sobre todo zapatillas deportivas. No, no se parecían en nada incluso si estaban uno al lado del otro, pero si te acercabas lo suficiente, notabas su nariz perfecta, idéntica, la forma en que sus ojos parecían sonreír más que su boca cuando algo les causaba gracia, el color otoñal en sus iris. Eran dos mitades perfectamente cortadas y aun así jamás creí ver nada de Bill en Tom y viceversa.
Tom solo era Tom y mi mente, que aún estaba en estado de supervivencia, ni siquiera se detuvo a mirar bien a la persona que tenía en frente y vi peligro donde no existía.
Casi me sentí avergonzada por tal estupidez.
—Un idiota me tiró su comida encima, así que obtuve su ropa porque la mía estaba arruinada...
Noté la creciente molestia en su voz. Probablemente se había involucrado en una pelea otra vez. Eso sucedía con frecuencia cuando se trataba de Tom. Bill me había mencionado en alguna ocasión que Tom a veces era demasiado explosivo y eso le había traído problemas en más de una ocasión.
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STALK | Bill Kaulitz
Детектив / ТриллерTras tener que cambiarse de hogar por el trabajo de su padre, Kiara inicia su año universitario en una nueva ciudad. Alejada de todos sus amigos, solo intenta encajar con el resto, hasta que Bill Kaulitz comienza a enredarse en su camino y no de la...