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Era sábado y me había pasado todo el día pensando en lo que me había contado Liz. Quería saber sobre la pelea de Bill, al parecer se me había pegado lo chismosa de mi amiga o tal vez solo me portaba de esta forma porque se trataba de Bill.

No pude evitar escribirle a uno de los amigos de Bill cuando mi curiosidad llegó al máximo. Tan solo una simple pregunta capciosa para intentar averiguar algo sin que notara que estaba interesada, así que la mejor idea que tuve fue consultar a Gustav sobre el tema del rumor de Bill y las drogas, específicamente Gustav, porque parecía ser el más decente del grupo de amigos de Bill y porque también él me había escrito primero hace unos días para intentar averiguar más sobre el posible culpable.

 Tan solo una simple pregunta capciosa para intentar averiguar algo sin que notara que estaba interesada, así que la mejor idea que tuve fue consultar a Gustav sobre el tema del rumor de Bill y las drogas, específicamente Gustav, porque parecía se...

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Por supuesto que había sido Chris, de hecho, me parecía incluso lógico que él pudiera ser el que esparció esos rumores. Últimamente, me daba la impresión de que me odiaba, se había portado extremadamente rudo conmigo, a tal nivel que Bill había tenido que interceder en más de una ocasión.

Averiguar quién había sido la otra parte humana de la pelea era algo, pero que Gustav confirmara que Bill había peleado por defenderme era lo que verdaderamente me impactaba. Hablando con Madi, habíamos llegado a la conclusión de que posiblemente la pelea había sido por defender a su ex novia, ya que Gustav la había mencionado días atrás y ahora resultaba que efectivamente se trataba de mí.

Una sonrisa inconsciente se cruzó por mis labios; me gustaba la idea de que alguien me defendiera.


*

Bill no me escribió el fin de semana. Era la primera vez que eso sucedía desde que consiguió mi número, lo cual era extraño. Sin embargo, el otro Kaulitz, Tom, me había enviado un mensaje pidiéndome disculpas por culparme de los rumores que habían esparcido sobre Bill.

De alguna forma ver que ambos Kaulitz se portaban como personas decentes me desconcertaba. ¿Por qué de pronto todo el mundo empezaba a tratarme bien? Por supuesto que me gustaba que las cosas se dieran de esta forma, pero era extraño que después de meses de acoso de un momento a otro todo se pusiera en calma.

Había algo raro, incluso las llamadas del desconocido se habían detenido.


*


Hoy era lunes, 6 a. m. exactamente, y estaba preparándome para asistir a la clase de las 9. A diferencia de los otros lunes, me encontraba increíblemente ansiosa por asistir a la universidad y todo esto ante la posibilidad de poder ver a Bill y que en el mejor de los casos fuera él mismo quien me hablara sobre la pelea.

A las 8:30 am ya estaba en el aula, sentada en mi puesto de siempre, incluso más ansiosa que antes. Mi mirada estaba fija en la puerta, viendo cómo uno a uno iban ingresando mis compañeros. La clase estaba casi por empezar cuando Bill cruzó el umbral. Incluso de lejos pude ver su rostro herido. Un gran moretón violeta en su pómulo derecho, lo que parecía un corte a medio cicatrizar en la comisura de la boca y unos nudillos con rastros de que dieron varios golpes. Su mirada se cruzó con la mía, pero casi al instante la desvío.

STALK | Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora