Decir que estaba muerta de miedo era poco. Estaba total y completamente al borde de un colapso nervioso.
Miré a Bill, estaba igual que yo. Su rostro parecía ido, como si se tratara de un fantasma. Ya no había rastro de sueño en sus ojos, ni nada de la tranquilidad de hace unos instantes; todo era pánico.
—Kiara, por favor dime algo...
Sentí toda la presión sobre mí.
Yo no lo sabía con seguridad. Todo indicaba que así era, que efectivamente estaba embarazada, pero para comprobarlo tenía que realizarme el test.
—Kiara... —insistió, cada vez parecía más nervioso y eso me ponía más nerviosa a mí.
No estaba preparada para esta conversación justo ahora. No tenía idea de qué decir, sentía que si decía algo mal todo se iría a la mierda.
De pronto empecé a sentirme mal. Ya no solo eran mis emociones, mi propio cuerpo quiso traicionarme enviándome náuseas. Eran tan fuertes que quería vomitar. Milagrosamente había estado bien desde ayer, pero en este preciso momento no podía aguantar y simplemente salí corriendo al baño antes de que terminara expulsando todo en el piso de mi habitación.
Vomité en el lavado. Tenía las manos apoyadas en ambos costados de la cerámica para sujetarme y mi estómago tenía contracciones violentas.
Sentí cómo una de las manos de Bill pasó por mi cabello y lo sujetó. Sentí cómo su otra mano acariciaba mi espalda de arriba hacia abajo reconfortantemente.
Abrí el grifo para dejar irse el vómito. Escupí el resto de residuos, limpié mis labios y enjuagé todo lo que pude. Bill no decía nada, sin embargo continuaba haciendo lo mismo, su mano en mi espalda y la otra sujetando mi cabello.
—Le conté a Madi sobre las náuseas, los vómitos y el rechazo a algunas comidas y ella me dijo que probablemente estaba embarazada... —dije aun sin mirarlo.
No tenía el valor suficiente para enfrentarme a su mirada. Tenía miedo de encontrar rechazo en ella, tenía miedo de que dejara de quererme por esto, de que me abandonara.
Quizás podría abandonarme, no sería la primera persona en hacerlo. Si mis propios padres me habían dejado, él podría hacerlo también.
—Hubo un par de veces en las que no usamos nada para protegernos y yo no estoy tomando pastillas anticonceptivas.
Con cada palabra que decía sentía más miedo y era incapaz de mirarlo. Él estaba tan callado... ¿Por qué no decía nada? Si no me decía nada iba a terminar desmayándome por los nervios. Ya no podía más, sentía nuevas náuseas en mi estómago y sabía que esta vez era debido a la ansiedad de este momento.
Por favor, solo un par de palabras, ya no podía lidiar con el silencio. Me estaba volviendo loca.
—¿Fuiste a algún control médico para ver cómo estaba?
Hubo otro silencio, esta vez por mi parte.
Me giré para mirarlo. Bill había leído los mensajes de Madi y seguramente había pensado que mi embarazo ya estaba confirmado, además de eso, como si no fuera poco, corrí a vomitar al baño. Ante los ojos de cualquiera, eso era una confirmación... Hasta yo misma daba por hecho que tenía un bebé creciendo dentro de mí, solo hacía falta hacer el test y ver el resultado positivo.
Bill me extendió algo de papel para secar el agua que aún goteaba de mi rostro antes de continuar.
—El niño... —insistió —¿Está todo bien con él o ella?
Estaba preguntando por el bebé...
No podía saber con exactitud si Bill estaba reaccionando bien o mal a esto, no había demasiadas expresiones en su rostro y su tono de voz era el mismo de siempre; sin embargo, sentí alivio de que no hablara inmediatamente de aborto o se enfadara conmigo.
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STALK | Bill Kaulitz
Mystery / ThrillerTras tener que cambiarse de hogar por el trabajo de su padre, Kiara inicia su año universitario en una nueva ciudad. Alejada de todos sus amigos, solo intenta encajar con el resto, hasta que Bill Kaulitz comienza a enredarse en su camino y no de la...