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03. HISTORIAS.
Levanto la mirada para observar que él aun no venía así que saco mi celular e ingreso a Instagram y luego al buscador. Facundo tecleo y ya me aparece como tercera opción su nombre y apellido, tiene el verificado. Me sorprendo, ingreso a su perfil ¿Ah ya lo seguía? Bien. Mientras trataba de cargar el perfil escucho un ruido del auto y bloqueo rápidamente.
—Listo. ¿A dónde te llevo?
Colidio pregunta una vez que se acomodo en el asiento del copiloto. Noto como se pone el cinturón de seguridad y copio su acción.
—Vos seguí derecho. Yo te voy guiando. —ordeno más o menos.
El medio que no dice nada y solo acepta. Se toma su tiempo para prender el auto y observar por el espejo retrovisor que no viniera nadie. Finalmente salimos de aquel lugar.
En el camino al principio es medio incomodo ya que él no dice nada y parece que tampoco quiere poner algo de música. Y yo tampoco iba a osar de pedirle que lo hiciera.
—¿Y...? ¿Cómo andas...?
Ah, se atrevió a hablar.
Desvió mi mirada para ver que estaba muy concentrado en el camino, al darse cuenta que dudo o mejor dicho no contesto al instante se gira a mirarme rápidamente y sonrío.
—Bien, ya me ves como...
Y me río haciendo referencia a esta peculiar forma de volver a vernos y pregunto:
—¿Vos?
—Bien, también. —contesta sin más.
Parecía difícil la cosa, así que intento ponerle onda.
—¿Volviste por acá? ¿O... ya estabas?
—¿Al país, decís? —habla mirándome rápidamente, vuelve la mirada al frente.
Asiento con la cabeza. Recuerdo que no me ve así que aclaro mi garganta para mencionar un si y contestar.
—No, estoy hace un año más o menos por acá...
—¿En serio? —pregunto yo más sorprendida.
Casi se me sale decir "¿Y por qué recién ahora te veo?" Como si fuéramos amigos de toda la vida cuando no, así que solo asiento.
