Tiempo. Shanks X Lectora

17

Habían pasado unos días desde que me fuí del barco de Shanks.

Razón por la cual no me acompaño fue por Luffy, si llegaran a encontrarse no irían cómo amigos sino como enemigos. Sería la pelea final y eso no lo quiero.

Los días pasaban y quedaba poco para llevar a Wano, estaba nerviosa, no lo he visto desde esa perdida...

Cuando llegué a la cascada fue lo más difícil no caer y lograr pasar, lamentablemente no iba a ser bienvenida por la gente de Kaido, así que tenía que ir lo menos llamativa que podía.

Una vez pude pasar la cascada y llegar a la isla, encontré una zona tranquila para cambiarme de vestuario y poder integrarme bien.

Caminé un poco después de todo acababa de llegar a la isla y necesitaba comer y acoplarme un poco.

Cuándo menos me lo esperé llegué a la capital, veía demasiada gente, pero ninguno era Luffy...

Seguí caminando hasta que escuché como una niña gritaba.

¿Qué mierda...?

Era golpeada por dos niños de su misma edad, me fui acercando a ellos para quedar a su altura más o menos.

—Si dejás a la niña te prometo que no te mataré—. Decía con una sonrisa de oreja a oreja, eso parece que los asustó haciendo que se fueran rápidamente. Yo por mi lado también me fuí no quería relacionarme con niños, después de todo esto iba hacer un combate pronto. Detuve el paso al escuchar como la niña agradecía.

—¿Te doy un consejo? No esperes a que alguien te ayude, tú puedes darle sus madrazos igual.— Decía divertida mientras me iba nuevamente.

Mi camino consiste en encontrar a Luffy o a sus nakamas, así que seguí comiendo hasta que encontré un puesto de Soba, olía exquisito y me quise detener por un plato, estaba vacío parecía que hubo una pelea reciente, me acerqué al puesto y pude ver una chica muy bonita, una niña de cabellos rosas, un ¿Cyborg?, un narizotas y un chico rubio.

Vaya... me suenan a que son tripulación del idiota de mi hermano.

—Eh... disculpa, ¿Todavía hay servicio?—Pregunte parecían estar discutiendo sobre algo, rápidamente el rubio volteo emocionado hacía a mi gritando eufóricamente.

—Lady~! ¿Quiere Soba?— Asentí mientras me sentaba al lado de la chica de cabellos oscuros.

Al momento reaccioné, no era una simple chica, era ¡Robin!

—¡Robin!